El peso electoral de la Comunidad Valenciana fuerza una solución quirúrgica en el PSPV

Joaquín Almunia apostó ayer por una "solución quirúrgica" para atajar la crisis del PSPV. El secretario general del PSOE hizo notar a Joan Ignasi Pla y a Joan Lerma que la Comunidad es clave para la recuperación electoral de los socialistas en el conjunto del Estado. La división del PSPV empañaba al conjunto de la organización. Pla defendió la continuidad de la ejecutiva elegida como la solución más razonable para pacificar el partido, pero puso el cargo a disposición de Almunia. Antoni Asunción, por su parte, declaró anoche que el congreso se redujo a "una guerra de poder dentro del partido".

Almunia se reunió con Pla en el Congreso de los Diputados y le comunicó que había decidido nombrar una comisión gestora para dirigir a los socialistas valencianos ante la evidente balcanización de la federación. Pla sugirió que podría asumir la pacificación de la federación, pero finalmente optó por no poner ningún obstáculo a su secretario general. Pla solicitó que, ante los rumores sobre supuestas irregularidades durante su gestión como secretario de Organización del PSPV, se distinga entre la situación orgánica del PSPV y el respeto a la honorabilidad de las personas. Así, se ofreció para aportar cualquier explicación al respecto que pueda requerir la dirección permanente del PSOE. Asunción, en una distendida entrevista concedida a CNN+, aseguró desconocer cualquier tipo de irregularidad en la gestión económica de Pla y aseveró: "Si hay algo, al fiscal, y si no, a callar". El candidato de emergencia de los socialistas valencianos en las pasadas elecciones autonómicas defendió la continuidad del elegido secretario general. "Pla no estorba", dijo. Sin embargo, arremetió con dureza contra Joan Lerma y Ciprià Ciscar y bromeó sobre la disponibilidad del secretario federal de Organización a seguir en su cargo: "Si se dimite, se dimite". Asunción admitió que los socialistas valencianos no han sabido encontrar su espacio en la oposición y defendió "la legitimidad moral de su opción" a la secretaría general. Aseguró que Ciscar nunca tendría que ocupar esa plaza debido a sus responsabilidades en la ejecutiva federal, lamentó que hubiera despertado "falsas expectativas" y señaló que el secretario de Organización del PSOE quiso imponer a un candidato joven e inexperto para dirigir la federación valenciana "desde la sombra". La cadena de dimisiones provocó un auténtico rosario de reacciones entre la militancia del PSPV. La hasta ahora presidenta de la gestora, Juana Serna, exclamó: "Menos mal que les han obligado a dimitir [a Joan Lerma y Joan Ignasi Pla]". Serna lamentó que no se aceptara la creación de un Consejo Político en el congreso del pasado fin de semana "por parte de gente con mucha ira, enloquecida, que practicó un formidable ejercicio de cinismo". El portavoz adjunto de las Cortes Valencianas, Andrés Perelló, definió la dimisión de Joan Ignasi Pla y Joan Lerma de "honesta, positiva y coherente". Vicent Garcés, dirigente de Izquierda Socialista, enmarcó las dimisiones en el "fracaso absoluto" y las "incoherencias cometidas en las alianzas establecidas" en el congreso extraordinario. El ex secretario de Organización del PSPV, Alberto Pérez Ferré, reflexionó: "El PSPV siempre ha sido un granero de votos socialistas, y ahora parece que nos hemos convertido en un lastre para el PSOE". Antonio Mira-Perceval, referente de los renovadores de Alicante, calificó de "error" que los órganos federales del PSOE "no dejen trabajar" a la ejecutiva saliente del congreso extraordinario del PSPV. "Creo que habría que haberles dado una oportunidad para intentar integrar el partido", comentó el alcalde de Alcoy, Josep Sanus.