Las cábalas se alteran

Àlex Crivillé mantiene todavía una ventaja amplia sobre sus rivales a pesar de su caída de ayer, cuando quedan sólo cuatro carreras de las 16 de que consta el Mundial: 46 puntos más que el norteamericano Kenny Roberts y 55 más que el japonés Tadayuki Okada, que ayer fue cuarto.En juego quedan como máximo 100 puntos (25 para el vencedor de cada Gran Premio), por lo que Crivillé sigue teniendo todo a su favor. "He perdido parte de mi renta", reconoció ayer, "pero la ventaja todavía es muy grande". Lo único seguro en este momento es que Àlex ya no puede proclamarse campeón del mundo de 500cc (sería el primero de esa categoría en la historia del motociclismo español) en la próxima carrera, que se disputará en Phillip Island (Australia) el 3 de octubre. Sigue necesitando como mínimo dos triunfos, o acabar en el podio con regularidad.

La eventual coronación, pues, queda retrasada por lo menos hasta Suráfrica, donde se correrá el 14º Gran Premio de la temporada el próximo 10 de octubre. Si gana estas dos pruebas, Crivillé logrará el título, pero también puede obtenerlo si queda delante de sus rivales, Roberts y Okada, en ambas carreras. Las cábalas ofrecen numerosas posibilidades. Por ejemplo, Crivillé también puede ser campeón sin lograr ninguna victoria más. Con cuatro terceras posiciones o con tres segundas, su puntuación sería imposible de igualar. Àlex, que ahora tiene 219 puntos, necesita llegar a 273 para festejar su éxito sin importarle lo que hagan los otros.

El ganador de cada Gran Premio obtiene 25 puntos; el segundo, 20; el tercero, 16; el cuarto, 13; el quinto, 11; el sexto, 10; y los puntos descienden de uno en uno hasta el solitario punto que corresponde al 15º. Los cálculos que permiten estos datos pueden hacer que el noi de Seva se muestre conservador en las próximas carreras, incluso que pueda cometer otro fallo. "Sí, pero lo mejor es asegurarlo cuanto antes", aclaró ayer