Oli redime al Betis

Regresó Alfonso. Y lo hizo para redimir a su equipo de las penurias que atravesaba. Tres meses y cinco días hacía que el delantero madrileño no era titular y anoche demostró que ganas no le faltaban. Dotó al Betis de la verticalidad que se echaba en falta y contagió su espíritu de ganador a sus compañeros que, tras 297 minutos vieron cómo subía al marcador el primer gol de la temporada. Un gol, el de Oli, fue celebrado con desmesura en el Villamarín por una afición que, como su equipo, casi se había olvidado de lo que era ganar.Más que un partido era un duelo académico entre maestro, Carlos Timoteo Griguol, y alumno, Héctor Cúper, ambos al frente de dos grandes conjuntos venidos a menos que trataban de enjugar sus imperiosas necesidades, reflejadas en sus posiciones en la clasificación: el antepenúltimo recibía al penúltimo, ambos sin conocer la victoria y, en el caso del Betis, tampoco el gol.

Griguol destapó sus cartas en la víspera alegando que conoce de sobra a Cúper. Éste fue más cauto y trató de complicarle la vida a su mentor. El largo parte de bajas motivó que el técnico del Valencia variara de sistema. Tres zagueros dispuso Cúper, que rompió así con todos los pronósticos que situaban a Angulo en el lateral zurdo ante la ausencia de Fagiani y Carboni. El técnico argentino del Valencia le tenía reservada una empresa mayor: actuar de secante del tierno Denilson, a quien, a fuerza de puntapiés y con el apoyo de Anglomá, casi fue anulado. Con el Valencia replegado, a la espera y con un evidente desinterés por el balón, fue el Betis quien marcó el ritmo. Sacó provecho de lo trabado del juego valencianista y creó peligro en jugadas a balón parado.

Dos fulgurantes destellos de Angulo y Gerard fueron la única réplica del Valencia a la insistencia verdiblanca. Pero el gol de Oli desarmó al equipo visitante. Cúper se desgañitó pidiendo a sus hombres que ganaran en verticalidad, perdidos como andaban en el juego horizontal e incapaces si quiera de salir al contragolpe. Así, Sánchez e Ilie deambularon por el área de Prats sin nada que llevarse a la bota.

Con el Betis henchido de confianza, el Valencia se desdibujó en su esfuerzo por controlar el impetuoso ritmo del rival. Ardua tarea porque el equipo de Griguol ofreció ayer apuntes de lo que puede llegar a ser. Con Alfonso y Oli hambrientos de gol y con un Finidi resuelto en la banda, el Betis ganó en mordiente, desbaratando la estrategia dispuesta por Cúper en defensa. Hasta Denilson probó fortuna. Retomó un fallido disparo de Alfonso y trató de sorprender al experimentado Cañizares por abajo.

El descanso sentó bien al Valencia. Ahora era el Betis quien aguardaba, defendiendo un nimio resultado que se le antojaba goleada por lo mucho que le había costado conseguirlo. Atenazado por los nervios el rival, primero Ilie y seguidamente Mendieta, Sánchez y Kily González pusieron en verdaderos apuros a Prats, quien una vez más demostró su solvencia. De todos, fue Sánchez quien tuvo el empate en su cabeza. Anglomá le colocó un extraordinario balón y en el cara a cara con Prats, el meta mallorquín le ganó el envite.

La inquietud se apoderó de la grada y Griguol recibió sus primeros pitos por lo consevador del juego verdiblanco. No tardó el Betis en reaccionar a la contra. Alfonso picó un balón ante Cañizares que Anglomá despejó con el brazo, hecho que Puentes Leira obvió con descaro. Poco después el eslovaco Karhan pudo sentenciar al recibir una brillante asistencia de Denilson pero, en el más difícil todavía, golpeó con la rodilla fuera. Kily González pudo empatar al colarse hasta la cal, pero allí estaba Prats para frenarle, asegurar la primera y costosa victoria del Betis y hundir al errático Valencia de Cúper en el abismo.