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FÚTBOL Competiones europeas

Giovanni, principal referencia del OIimpiakos

Del Olimpiakos que se cruzó con el Madrid hace dos años, en pleno viaje hacía la séptima Copa de Europa, Fernando Hierro sólo recuerda a su feroz hinchada. Nada destacó en el equipo de El Pireo como para ganarse un hueco en su memoria. Hoy, en cambio, el campeón griego intimida menos por el factor afición -sus seguidores siguen siendo animadores incansables, pero la pista de atletismo que separa en el estadio Olímpico la grada del césped les ha hecho perder influencia- y obliga a tenerle más en cuenta por puro fútbol. La llegada del esloveno Zahovic, procedente del Oporto, y del brasileño Giovanni, ex del Barcelona -contratados por 4.000 millones de pesetas, la inversión más alta del club heleno-, ha dotado al rival del Madrid de la calidad que le faltaba en otros tiempos. La agresividad, la pasión indesmayable y la dureza atrás continuán como referentes de su juego, pero ahora también hay un pequeño hueco para la fantasía en los metros de la verdad, donde la movilidad es constante y los toques, siempre rápidos y en corto, dañinamente imaginativos.Se mantiene en el banquillo el serbio nacionalizado griego Dusan Bajevic, que ha logrado dejar al Olimpiakos sin competidores dentro del fútbol griego. En el curso pasado, acarició las semifinales de la Liga de Campeones, pero un gol agónico del Juventus le dejó fuera en el último instante. Bajevic no da pistas de sus planes para esta noche, pero todo hace inidicar que colocará a su equipo bajo un 4-2-3-1 con Giovanni como jugador más adelantado. El equipo tiene un perfil defensivo, se repliega con todos sus elementos, pero sus contras son tremendamente veloces. Le duelen aún al Olimpiakos, del que no existen referencias oficiales en esta temporada -un amistoso ante el Roma en el que perdió 6-1 es el compromiso disputado más importante-, los efectos del traspaso de su lateral izquierdo Georgatos al Inter de Milán.

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La operación se concretó cuando la plantilla ya estaba cerrada, sin tiempo para reaccionar. Eso le ha obligado a retrasar a Djordjevic al carril izquierdo, lo que ha mermado calidad en el medio campo.

El yugoslavo es un problema para el Madrid -sube con decisión y velocidad y centra de forma aceptable-, pero también un filón: es vulnerable en defensa y se repliega mal. Si McManaman confirma la forma que apuntó en Bilbao, el Madrid puede sacar petróleo.

El Olimpiakos es peligroso a balón parado -por Zahovic en los libres directos, por Giovanni y la pareja de centrales, en los indirectos- y por el centro de su ataque. La movilidad constante de Zahovic, Giovanni y Ofori Quaye obligarán a Fernando Hierro a demostrar que no pasa por sus peores días. Por atrás, los griegos son expertos y duros, pero lentos. El portero, Eleftheropoulos, llega con problemas en la rodilla, pero jugará. Insinúa reflejos, seguridad y una personalidad fuerte, pero también reúne puntos vulnerables. Para la prensa griega, falla en los balones que le llegan bombeados desde los laterales; según los informes del Madrid, bloca mal por abajo.

Por lo demás, los griegos se confiesan alterados por el terremoto de la semana pasada. La psicosis parecía superada, pero la repetición del seísmo en Turquía ha devuelto los nervios a la expedición.

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