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Almunia insta al PSOE a "aprender de los errores" para ganar a Aznar

Carlos E. Cué

La precampaña electoral ha comenzado. Al menos para líder del PSOE, Joaquín Almunia, que ayer instó a los dirigentes de su partido a que hagan llegar a los votantes que los socialistas han "aprendido" de sus errores. También les animó a continuar en ese proceso aún no acabado. Almunia se mostró convencido de que su formación ganará las generales del 2000. Según esta tesis, los votantes quieren apoyar al PSOE, como se demostró el 13 de junio, y sólo necesitan que este partido le ofrezca propuestas.

El candidato de los socialistas a la Presidencia aprovechó la apertura de los cursos de verano que el PSOE organiza en Galapagar (Madrid) para hacer un discurso, ante varios dirigentes de este partido, que sonaba a inicio triunfal de una precampaña que se anuncia muy larga. Tras una especie de compendio de todos los argumentos contra el Gobierno del PP que han venido usando hasta ahora los socialistas, Almunia se mostró extremadamente optimista respecto a las posibilidades de su partido en las próximas elecciones.El argumento básico es que el Ejecutivo que dirige José María Aznar está "desgastado". Como prueba de ello, el líder del PSOE se remitió en varias ocasiones a los resultados de las pasadas elecciones municipales del 13 de junio, cuando los socialistas perdieron los comicios pero se quedaron a sólo 0,20 puntos del PP, una distancia mucho menor de la esperada y, en la práctica, un empate.

Dentro de este discurso optimista, el líder de los socialistas calificó de "excepción que confirma la regla" el periodo que va desde 1994, fecha de la victoria en las urnas de los populares, hasta ahora. Almunia está convencido de que la sociedad española es "progresista", por lo que un Gobierno "de la derecha" no puede ser, según su razonamiento, más que una excepción. Esta situación de excepcionalidad comenzó su "cambio de rumbo", según Almunia, en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, de modo que los socialistas tienen ahora una "enorme oportunidad" que no deben desaprovechar, porque "el viento sopla a favor del PSOE". "Lo del 13 de junio ha sido un cambio muy profundo, pero nos ha sabido a poco", añadió Almunia para animar a sus dirigentes ante la próxima cita electoral.

El líder del PSOE está convencido de que su partido está inmerso en un "gran proceso de cambio" que aún no ha acabado. La derrota de 1996, según este argumento, fue muy positiva para "acelerar" estas reformas en el seno del PSOE. Pero el que fuera ministro de Trabajo en el primer Gobierno socialista quiso ir más lejos, y recordó que dentro de muy poco se cumplirán 25 años del congreso de Suresnes, en el que Felipe González fue elegido líder del PSOE, para asegurar que "no se puede seguir con el mismo discurso ni las mismas personas". Era una clara referencia, sin citarlo, al ex presidente del Gobierno.

Después de hacer un recorrido por muchos de los temas polémicos, como las pensiones, las privatizaciones, el control de los medios de comunicación, y otros, en los que criticó duramente la actuación del Gobierno del PP, Almunia concluyó que el PSOE sólo debe saber entender qué es lo que le están pidiendo los ciudadanos y así ganará las próximas elecciones.

Esas supuestas peticiones se resumen, según el líder socialista, en dos ideas fundamentales.La primera es que los ciudadanos exigen del PSOE que tenga "sensibilidad social" para hacer propuestas que mejoren el Estado del bienestar. La segunda es que los socialistas deben ofrecer una "sensibilidad democrática" mucho mayor que la del Partido Popular, que no sólo se refleja en el respeto a las instituciones, sino, especialmente, en la capacidad de "aprender" de los errores cometidos en el pasado.

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