Prisión provisional para tres rusos detenidos por intento de estafa a un compatriota
Los tres ciudadanos rusos detenidos el pasado jueves en Benidorm por intento de estafa a un compatriota declararon ayer ante el titular del Juzgado número 2 de esta localidad por espacio de seis horas. Al término de su comparecencia, el magistrado decretó prisión provisional para los tres, eludible con el pago de un millón de pesetas. Los detenidos, que acudían al juzgado por tercera vez, negaron integrar una banda mafiosa y aseguraron que estaban en España para cambiar la titularidad de la casa que su jefe (un diputado ruso, asesinado en Moscú) tenía en Dènia.
La declaración en el juzgado de los tres detenidos se prolongó hasta primeras horas de la noche de ayer, debido a las múltiples objecciones que pusieron al sistema de traducción, según indicaron fuentes judiciales. "Continamente dicen no comprender lo que se les pregunta", precisaron esas fuentes. Los detenidos son Shamil A., de 30 años, vecino de ciudad rusa de Saratov, Sergei K., de 24, vecino de Bolbogrado, y Ángel Alexandre V., de 25. Éste último posee doble nacionalidad ruso-venezolana y en los últimos meses estaba afincado en la Costa Blanca donde ofrecía servicios de traducción a compatriotas. Los dos primeros llegaron a España hace un mes. Los tres jóvenes, aparte de rechazar las imputaciones de la fiscal, negaron integrar grupo mafioso alguno. Asimismo rechazaron su pertenencia al ejército ruso. No obstante, sí reconocieron que su jefe era el diputado ruso Alexandre Tcherednit, asesinado hace un mes en Moscú al parecer por un ajuste de cuentas. Los dos primeros aseguraron que su presencia en España tenía como objetivo cambiar la titularidad de la vivienda que su jefe poseía en la población de Dènia para registrarla a nombre de la esposa del asesinado diputado ruso. Precisamente, desde su llegada a España se habían intalado en la mencionada casa de Dènia. La detención de los tres jóvenes rusos se produjo el pasado jueves, cuando éstos salían de una sucursal bancaria. Los delincuentes habían acudido al banco para intentar realizar una transferencia de tres millones de pesetas de la cuenta de un adinerado empresario ruso, con inversiones en la Costa Blanca, a una sociedad de los detenidos. Para ello, exhibieron un falso poder notarial confeccionado en Moscú y traducido en el consulado de España en la capital rusa. Supuestamente, el documento autorizaba a los delincuentes a acceder a las cuentas bancarias del empresario. No obstante, el banco no autorizó la transferencia, de ahí, que los jóvenes rusos no pudieran culminar su estafa. En principio, la fiscal también imputaba a los detenidos un posible delito de falsicación, aunque finalmente retiró esta acusación. Los hechos (la manipulación del poder notarial) se produjeron en Rusia y, por tanto, escapan al ámbito jurídico español. Aparte de la prisión provisional, el auto del juez incluye otras medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer en el juzgado una vez a la semana. Según aseguró la fiscal, por el momento la investigación no ha encontrado pruebas que relacionen a los tres rusos con la comisión de otros hechos delictivos, anteriores a la frustrada estafa al adinerado empresario ruso. Tras la detención, la policía únicamente se incautó de una pequeña caja con documentación del falso poder notarial y dinero en efectivo, unos 2.000 doláres a cada uno. A los detenidos no se les encontró armas ni tampoco material informático (ordenadores) con el que supuestamente hubieran podido materializar otras estafas.
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