Cuatro pilotos por el título como en 1986, cuando ganó Prost

Hakkinen, Irvine, Frentzen y Coulthard. Cuatro pilotos tienen fundadas aspiraciones a ganar el título mundial a falta de tres pruebas para el final. Una situación que no es habitual. Desde 1986 no se vivía en la fórmula 1 algo semejante. Entonces, Nigel Mansell, Nelson Piquet, Ayrton Senna y Alain Prost eran los que luchaban por el cetro mundial. A pesar de que partió en cabeza en el último Gran Premio, en el circuito australiano de Adelaida, Mansell se quedó con la miel en los labios después de un incidente con Prost, que alcanzó su segundo título consecutivo. Las expectativas para el final de temporada son ahora de nuevo inmejorables y la situación ha dado un giro total puesto que hace dos meses, cuando el alemán Michael Schumacher (Ferrari) sufrió un grave accidente en Silverstone, parecía todo sentenciado. Pero las múltiples averías que han sufrido pilotos bien situados en la clasificación general, los errores del equipo McLaren-Mercedes y de Hakkinen han situado al piloto finlandés bajo la triple amenaza de Irvine, Frentzen y su compañero de equipo Coulthard.

Incidentes

Por otra parte, 95 personas resultaron heridas en la madrugada de ayer durante los enfrentamientos que se produjeron en el circuito de Monza entre miembros de seguridad del circuito y un grupo de aficionados sin entrada, que se encontraban en su mayoría en estado de ebriedad, horas antes de la celebración del Gran Premio de fórmula 1.Fuentes médicas del circuito indicaron que algunas personas tuvieron que ser atendidas en sus dependencias por diversas lesiones, aunque sólo dos fueron ingresadas en el hospital de Monza.

Los enfrentamientos ocurrieron en el campo situado en el autódromo, donde miles de seguidores pasaban la noche.

Fuentes policiales informaron de que algunos aficionados, bajo los efectos del alcohol, lanzaron botellas al circuito donde se iba a disputar la 13ª prueba del Campeonato del Mundo. La policía añadió que el grupo de personas sin entrada se enfrentó a los guardias de seguridad después de escalar las vallas metálicas de protección en la zona conocida como la Gran Curva.