Martina Hingis afronta el reto de las Williams

Para Martina Hingis las cosas no van a ser fáciles en la entrada del próximo milenio. Acostumbrada a ganar con irreverencia y con cierta comodidad en los últimos años, esta temporada se coronó sólo en el Open de Australia, pero fue derrotada en las finales de Roland Garros (Graf) y del Open de Estados Unidos (Serena Williams) y perdió ante la emergente Jelena Dokic en la primera ronda del torneo de Wimbledon."¿No es una gran temporada?", respondió el sábado tras caer ante Serena en la final del Open de EEUU, "Yo creo que sí, y aún no ha concluido. Pero es verdad que tengo la sensación de que pude hacerlo mejor". Hingis sigue siendo la número uno del mundo, pero todo el mundo comienza a preguntarse si será capaz de remodelar su juego, mejorar su físico y mantenerse en la cumbre a pesar de la potencia del juego desplegado por las hermanas Williams.

"Creo que debo trabajar en algunos aspectos de mi juego", reconoció Martina. "Sobre todo el servicio. Serena saca muy bien . Y este hecho me sitúa con mucha presión. Pero no es sólo el servicio lo que debo mejorar. También mi preparación física".

Tras el escándalo de Roland Garros, donde discutió con su madre, Martina reflexionó y se reconcilió con ella para afrontar ya la temporada americana. Llegó a Estados Unidos con ella y realizaron una excelente preparación para el Open.

"Creo que en las tres o cuatro semanas que estuve sin ella maduré muchísimo. Mi madre habla mucho algunas veces, pero siempre tiene razón. Ahora veo las cosas muy distintas". Siguiendo sus consejos, Hingis ha estado trabajando mucho desde Wimbledon en mejorar su musculatura (hace incluso pesas y gimnasio, cosa que tenía olvidada), y sigue un programa de puesta a punto. "Estoy convencida de que sin todo este trabajo no habría llegado a la final", concluye.