Siete segundos contra la historia
El debate sobre la resolución de la Bandera de la Concha, que se celebra hoy a partir de las 12 horas, enfrenta dos argumentos. Uno material: los siete segundos que disfruta Koxtape sobre Orio tras la jornada del pasado domingo. Otro, anímico: Orio ha sido la trainera más sólida de la temporada y la que muestra el mejor palmarés de la última década en la bahía de la Concha. Siete segundos contra diez años de historia. Todo un debate que, sin embargo, tiene matices intermedios. Por ejmplo, Koxtape ya venció a Orio en Lekeitio en la unica regata que enfrentó a ambas tripulaciones. A favor de Koxtape juega también el estado de forma en que accede a la regata. Mayor frescura en los de San Juan, frente a una cierto agotamiento en Orio, que el pasado domingo no encontró en ningún momento la chispa que acostumbra. Sin embargo, el orgullo de Orio resulta incuestionable y Koxtape no duda en reconocer que teme, sobre todo, el amor propio de sus contrincantes. Por último, factores más aleatorios (el estado de la mar, el sorteo de calles) pueden influir también en el resultado final de la regata. La calle 1 es la que todas las embarcaciones quieren evitar. El pasado domingo le correspondió a Orio, aunque ni sus remeros ni sus responsables han querido esconder en esa circunstancia el motivo de su derrota parcial ante Koxtape. Las apuestas, generalmente abiertas a muchas circunstancias (vencedor, distancia ante el segundo, etc.) parecen ahora más reducidas al debate original: quién se llevará la última bandera del milenio, obviando circunstancias menores. Y la historia no es muy gratificante en volteretas. Habitualmente (salvo en dos ocasiones en veinte años), quien gana la primera jornada acaba llevándose la Bandera. Koxtape y Orio coinciden en cosiderar que libran un mano a mano, sin opción ninguna para la tercera trainera en discordia: la vizcaína de Urdaibai, a 10 segundos de Koxtape y a 3 de Orio. Urdaibai consiguió sucesivamente sus tres principales objetivos: clasificarse para la regata, en primer lugar, vencer en su tanda el pasado domingo y obtener un puesto en la tanda de honor. Sin embargo, el buen rendimiento exhibido en la primera jornada, ha despertado también su amor propio. Esta trainera surgida de la unión entre Bermeo, Mundaka y Elantxobe, cuenta con el plantel más joven, y junto a Isuntza ha rescatado el remo vizcaíno para la gran competición. En la Concha han dejado atrás a traineras acreditadas como San Pedro, Castro y Perillo, y en la clasificatoria se impusieron a clubes como Astillero, Hondarribia o Zarautz. Por todo ello, sin nada que perder, Urdaibai ha cambiado su discurso. Ahora sus dirigentes aseguran que la imagen de la primera jornada se correspondió a la realidad en mayor medida que el puesto (7º) que obtuvieron en la jornada de clasificación, el último que daba un lugar en la Concha. Incluso el pasado domingo dio la sensación de no exprimir hasta el último instante su remada, de no agotar su txanpa final. En el fuero interno del remo vizcaíno figura como el tapado de la Concha, por si los favoritos tienen a bien favorecer un milagro. San Pedro, también en la tanda de honor, tendrá la oportunidad de rehacer la mala imagen exhibida el pasado domingo y tratar de mejorar su lugar en la regata. En la tanda de consolación, Donosti Arraun, Isuntza, Castro y Perillo vivirán situaciones dispares. Los dos primeros disfrutarán de la ocasión; los dos segundos rumiarán la decepción de su fracaso en el primer domingo. De ambos se esperaba mucho más. Son accidentes en un dilema que tiene a Koxtape y Orio como protagonistas, en una conversación con un bucle de siete segundos
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