Músicos y poetas rinden homenaje en Sant Boi a Salvador Puig Antich La familia del anarquista ejecutado por el régimen franquista pide la revisión del proceso
Las palabras y la música se pusieron ayer del lado de la memoria. Poetas y músicos unieron sus voces en Sant Boi, en el marco del festival Altaveu, para rendir homenaje a Salvador Puig Antich, militante anarquista que fue condenado a muerte y ejecutado en las postrimerías del franquismo. El homenaje coincide con el impulso que la familia de Puig Antich y numerosas personas están realizando para que aquel juicio, que se celebró sin garantía procesal alguna, sea revisado. El homenaje poético-musical lo abrió Rafael Vallbona con unos versos sobre la Revolución de los Claveles en Portugal, en abril de 1974, dos meses después del juicio que acabaría condenando a muerte a Puig Antich. "Si los sucesos de Lisboa hubiesen pasado unos meses antes, seguramente la dictadura se lo habría pensado dos veces antes de asesinar a Puig Antich", aseguró Vallbona. Los poetas Enric Casassas, Joan Colomines, Marta Pessarrodona, Feliu Formosa, Koldo Izquierdo, Sebastià Alzamora y Jesús Lizano, entre muchos otros, también leyeron sus poemas ante el centenar de personas que acudieron al homenaje a Puig Antich y su compañero Oriol Solé Sugranyes, muerto por la Guardia Civil tras huir de la cárcel. Puig Antich (1948-1974) fue uno de los fundadores, en 1972, del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un grupo de activistas libertarios. El militante antifranquista fue detenido en 1973, acusado de matar a un policía durante su detención. El consejo de guerra, celebrado en enero de 1974, se llevó a cabo sin ninguna garantía procesal. "No se aceptaron pruebas testificales aportadas por la defensa, ni médicas ni balísticas, y el relato de los hechos en el sumario era inexacto", señaló el portavoz de la Plataforma para la revisión del proceso a Puig Antich, Agustí Soler, en una mesa redonda celebrada también en el marco del homenaje a una de las últimas víctimas del franquismo. El periodista Andreu Mercè Varela escribió entonces en las páginas de Tele Exprés: "El público de la sala estaba formado mayoritariamente por policías que tenían miedo de que Puig Antich no fuera condenado y querían influir en la sentencia". "Tuvo todos los ingredientes de una venganza", señala Soler.