La ONU se retira de Timor mientras se discute una intervención internacional

La situación en Timor Oriental continúa degenerando y ayer Naciones Unidas, organizadora del referéndum en el que los timorenses expresaron su deseo de convertirse en un país independiente, anunció la retirada de lo que queda de su misión en Dili, la capital del territorio. El propio Kofi Annan lo confirmó en Nueva York. "La situación es delicada y no ha mejorado", dijo el secretario general. Todo el personal internacional de Naciones Unidas saldrá hoy o mañana junto a 200 contratados locales y familiares cuyas vidas corren más peligro. Detrás quedarán otros 1.500 timorenses refugiados en sus instalaciones. "No se vayan ¿No saben que vamos a morir?", decían algunos de ellos al saber de su inminente desamparo. Pese a todos los testimonios en contra, el Gobierno del presidente indonesio,Yusuf Habibie, asegura que la situación está entrando bajo control y que necesita "más tiempo" para acabar con el caos asesino de las milicias. Así se lo comunicó ayer el ministro indonesio de Asuntos Exteriores, Ali Alatas, a una misión de Naciones Unidas enviada por Annan a Yakarta para tantear el posible despliegue de una fuerza de paz en el territorio, donde decenas de miles de timorenses han tenido que huir para salvar la vida, incluido el obispo de Baucau, que escapó a las montañas tras ser atacado con un machete por defender a los refugiados. El Consejo de Seguridad advirtió ayer de que habrá "nuevas medidas si indonesia no restablece el oreden.