Una venganza explosiva

El pasado martes 31 de agosto, Isabel, de 23 años, vendió una lámpara a su vecina, que vive en la puerta de enfrente, pero con un patio de por medio. Se llama Antonia Romero y tiene 50 años. Esta mujer adquirió encantada el utensilio para recuperar la confianza de su vecina, con la que había discutido días antes, según la policía.

La mujer, que se encontraba en casa con su hija Mariví y su nieta, instaló rápidamente el objeto en su amplio salón. A las cinco y media de la tarde se agachó para encender la lámpara. Cuando apretó el interruptor sonó una explosión y la casa, ubicada en el primer piso del número 96 de la calle de Núñez de Guzmán, de Alcalá de Henares, tembló por completo, según los vecinos.

La fuerte deflagración causó a Antonia múltiples heridas en la cara, tronco, y extremidades, y la fractura de un dedo. Además, también sufre quemaduras de primer y segundo grado en la cara. La onda expansiva también ocasionó numerosos desperfectos en el salón de la casa de Antonia. Rompio dos muebles, la mesilla y llenó de hollín las paredes de la casa.

La mujer fue ingresada en estado muy grave en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, según el 061 del Insalud. Permanecía ingresada en la UVI del centro médico, por lo que la policía inició la investigación del caso con el análisis de los restos que había en el lugar del estruendo.

Los especialistas del Grupo de Policía Científica descubrieron que la explosión fue causada por un artefacto fabricado con petardos de gran tamaño. La pólvora había sido introducida en un recipiente de vidrio que posteriormente se instaló en el jarrón de cerámica de la lámpara.

Mecha rápida

El procedimiento instalado para el sistema de ignición fue una mecha rápida conectada con los cables eléctricos. Éstos fueron preparados para producir un cortocircuito al conectarse a la red, según explicó la Jefatura Superior de Policía. El pasado viernes 3 de septiembre, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de Alcalá de Henares hablaron, por fin, con la mujer herida. Ésta explicó que el mismo día de la deflagración compró la lámpara a su vecina Isabel por 2.000 pesetas.

La policía acudió a casa de Isabel y la detuvo bajo la acusación de instalar dentro de la lámpara un artefacto pirotécnico para vengarse de su vecina. La mujer se negó a declarar ante los agentes en la comisaría de Alcalá de Henares.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Alcalá de Henares ordenó el pasado sábado el encarcelamiento de Isabel. Ante el juez, la mujer mantuvo su silencio y se negó a revelar el motivo por el que causó daños a su vecina. Tampoco confesó si ella misma preparó la dinamita. Los agentes sospechan que alguna persona colaboró con ella para tomarse la revancha con su vecina por las disputas que mantenían.

Los vecinos de la calle de Núñez de Guzmán, en el sur de de Alcalá de Henares, no podían creerse que el origen de la explosión que les sobrecogió la semana pasada era una venganza entre dos vecinas de la calle.

La casa de la supuesta agresora está situada frente a la de Antonia. "Isabel era una chica extraña por temas de droga, pero nunca sospeché que podía haber llegado a desquitarse de su vecina de esa forma", declaró la mujer en Telemadrid. "Antonia lleva viviendo ahí más de 10 años, y hablaba con todo el mundo, y es una mujer buenísima, no sé cómo se ha podido fiar de ésa", comentó una vecina. Antonia permanecía ayer ingresada en el hospital de Alcalá. Su hijo menor, José Manuel, se negó a comentar las supuestas malas relaciones de su madre e Isabel. "De eso mejor no hablar. Mi madre se ha salvado por centímetros de la muerte", dijo a Telemadrid.

Isabel tiene cinco antecedentes policiales por tráfico de drogas y delitos contra el patrimonio, según la policía.