_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Volver

Las vacaciones tienen de bueno que ayudan a poner distancia sobre las cosas. La distancia garantiza la mirada serena sobre lo urgente y suele llevar a la virtud, tan valorada por algunos, de la objetividad. Sin embargo, volveré a escribir subjetivamente porque acaso eso se espera siempre de quien escribe. El que busca una opinión la quiere de su lado, se reconforta en la coincidencia y disfruta sintiendo que la voz de otro es en realidad su eco. Pero hay más, a pesar de soñar con capacidades angélicas de objetividad, algunos en realidad no consideramos ese factor como un valor en sí mismo: la objetividad es inhumana, es decir no humana, demasiado perfecta, decididamente sospechosa. Ser objetivo puede querer decir ser capaz de entender cualquier cosa y justificarla con todo tipo de argumentos sobre las circunstancias en las que se produce. A pesar de que las vacaciones me han dado para reflexionar sobre el valor de la distancia, sigo sospechando de la objetividad y creyendo únicamente en la honestidad, que es esa característica que no permite otra cosa que decir en cada momento lo que se piensa, aunque unos lo quieran utilizar en su beneficio y otros lo apunten como agravio. Volver es siempre bueno, es sentir de nuevo el orden de las cosas y el calor de los afectos cotidianos. Me encuentro en este lugar del periódico con el rastro de mí misma, piso la arena y dejo la primera huella de este nuevo periodo. Todo lo que escriba será como lo que podría escribir cualquiera de todos los que no pueden hacerlo en un lugar como éste y sin embargo les gustaría poder opinar sobre las cosas que pasan. No me queda espacio y casi me alegro, porque estaba dispuesta a empezar certificando la subjetividad más calurosa y desmesurada, escribiendo sobre el nuevo espectáculo Gil. Tiempo habrá porque amenaza con "ilustrar" nuestro presente hasta que entre todos, por supuesto los políticos primero, seamos capaces de acabar con tanta zafiedad. Contra Gil, cultura. Que lo sepan los políticos. Me gusta volver.MARÍA ESPERANZA SÁNCHEZ

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_