Ciscar se dispone a conquistar el liderazgo del PSOE valenciano

El secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, decidirá en los próximos días si presenta su candidatura para secretario general de la federación socialista valenciana, la segunda en número de militantes, que el próximo día 18 elegirá su nueva dirección en un congreso extraordinario. El Partido Socialista del País Valenciano vive una fuerte división interna, que el PSOE sabe que debe zanjar antes de competir de nuevo con el PP.

El socialismo valenciano arrastra una honda división interna desde que Joan Romero se alzó, contra pronóstico, con la secretaría general en el último congreso, en julio de 1997. La victoria de Romero, por el estrecho margen de tres votos, frente a una candidatura oficial avalada por los seguidores de Joan Lerma y Ciprià Ciscar fue cuestionada desde el principio-los ciscaristas llegaron a avalar una moción de censura contra la ejecutiva recién elegida sólo tres meses después-, y se tornó en dimisión el pasado 27 de marzo. Desde entonces la federación valenciana vive una situación de excepcionalidad. Ciscar ha dedicado el verano, especialmente agosto, a reunirse con militantes y a recorrer agrupaciones del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) para ampliar sus apoyos. Su actuación -similar a la de otros posibles aspirantes a la secretaría general del PSPV, como Joan Lerma, secretario federal de Empleo, y el renovador Joan Ignasi Pla, diputado y secretario de Organización de la federación valenciana con Joan Romero- ha sido criticada por quienes estiman que, desde la victoria de Romero, ha antepuesto sus ambiciones a la estabilidad de la federación.

La retirada de Romero permitió a Ciscar nombrar una gestora para afrontar las elecciones autonómicas y municipales. Pero los errores de esa gestora y la contestación interna contra un equipo tutelado por Ciscar desde la sede federal del PSOE se tradujo en una rebelión de más de 200 concejales, que eligieron candidatos alternativos para las plazas de diputado provincial, y en la decisión de convocar un congreso extraordinario para elegir otra ejecutiva.

Consultas en Madrid

Según fuentes del Comité Federal del PSOE, la posibilidad de que Ciscar asumiese las riendas del PSPV y renunciase a la secretaría de Organización del PSOE fue uno de los elementos analizados en la ronda de conversaciones mantenidas entre destacados dirigentes socialistas previas a la designación de Joaquín Almunia como candidato a presidente del Gobierno en el último Comité Federal. Almunia, que el pasado jueves eludió pronunciarse sobre la posibilidad de buscar un relevo en la secretaría de Organización, es consciente de que la Comunidad Valenciana es una de las autonomías donde los socialistas necesitan recortar imperiosamente distancias con el PP. Objetivo que sólo es factible si zanjan las diferencias internas en el PSPV-PSOE.

Fuentes del entorno de Ciscar reconocen en privado que éste estudió la posibilidad de anunciar sus aspiraciones el pasado 31 de agosto, en una cena con militantes a la que asistió el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, el ex ministro Antoni Asunción. El anuncio no se realizó por falta de tiempo para lograr los apoyos suficientes en el seno del socialismo valenciano en torno a su figura. Aunque Ciprià Ciscar ha aumentado de forma notable el número de sus partidarios en el PSPV-PSOE, la fragmentación de la federación -renovadores, lermistas, ciscaristas, asuncionistas e Izquierda Socialista- le obliga a lograr nuevas adhesiones en las bases, ya que una victoria por la mínima ventaja se consideraría una desautorización y no resolvería la crisis para afrontar las elecciones generales en buenas condiciones.

Ciscar es un dirigente que cuenta con la confianza de Felipe González, quien el próximo martes, diez días antes del congreso del PSPV, se reunirá en Valencia con cuadros de la federación.