Refrescante
La entrevista publicada el martes 24 de agosto con el filósofo Alain Finkielkraut me resultó en extremo reconfortante. El descubrir a un intelectual que a estas alturas critique con tanta lucidez y propiedad la tan cacareada multiculturalidad es, cuando menos, refrescante.El simple concepto de multicultura es absurdo. No existe. Todos aquellos que lo defienden lo hacen desde una perspectiva unicultural. Al definir una cultura en términos comprensibles para otra, y desde el punto de vista de ésta, se desvirtúa el carácter de la primera, se obtiene una versión mutilada, incompleta. Los que hablan de pluriculturalismo lo hacen en general con una perspectiva más eurocéntrica que cualquier novela victoriana.
Todos nosotros estamos hechos de trigo y de cultura occidental, lo queramos o no, contemplamos el mundo desde lo alto de 2.000 años de pensamiento occidental y cristianismo, y esto es lo que utilizamos para establecer nuestros juicios; por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, ¿cómo puede pretenderse universal una declaración de derechos que se hizo en Francia en el siglo XVIII? Si hay algo que sea fruto de la cultura occidental y no extrapolable a otras latitudes geográficas e intelectuales es la Ilustración. La misma noción de individuo es algo que ni siquiera existe en otras culturas.
Otro aspecto en el que no puedo por menos que coincidir con el señor Finkielkraut es sobre la ineficacia de los nuevos sistemas educativos, de los cuales, por mi edad (23 años), he sido víctima. No se puede hablar bien castellano, o francés, o italiano, si no se conoce la gramática latina; no se puede entender el arte de los últimos 2.500 años si no se conocen los mitos griegos y judeo-cristianos. Una sociedad que renuncia a enseñar y a conocer los fundamentos de lo que es nuestro mundo, o al menos nuestro trozo del mundo, es una sociedad inculta, en el sentido más absoluto del término.- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.