Egibar dice que, pese a las discrepancias internas, el apoyo del PNV a la Asamblea de Municipios es "total"

El portavoz de la dirección del PNV, Joseba Egibar, aseguró ayer que pierden el tiempo los que se empeñan en buscar disidentes dentro del partido en torno a la política de pacificación y de aproximación a Euskal Herritarrok (EH). Egibar calificó esos intentos de "juego vacío" y aseguró que el PNV apoya de una manera "total e inequívoca" la convocatoria de la Asamblea de Electos Municipales Vascos del 18 de septiembre.Para reforzar este apoyo, Egibar anunció, en una entrevista en TVE, que el PNV tiene previsto preparar bien esa reunión, primero, con un encuentro, mañana, con los 10 alcaldes que forman la comisión permanente de este foro. Posteriormente, los electos municipales peneuvistas celebrarán una asamblea informativa preparatoria. "La sintonía entre nuestros alcaldes y ediles es total", subrayó.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, sí reconoció, en declaraciones a Europa Press, la existencia de diferentes tendencias en el partido sobre la conveniencia o no de participar en esta Asamblea, aunque precisó que "en un partido es legítimo discrepar siempre y cuando se respeten las reglas del juego".

En todo caso, Egibar argumentó que frente al "interés" de algunos de buscar la disidencia en el PNV, la línea política marcada en el documento aprobado por la dirección peneuvista en febrero de 1997 es la "única posición" de la formación que preside Xabier Arzalluz. Este documento, que apoya la negociación entre ETA y el Gobierno, condujo a las conversaciones PNV-HB que alumbraron el Pacto de Lizarra -promotor de la Asamblea de Electos- y la tregua de ETA.

Pese al reciente cruce de descalificaciones entre PNV y EH, Egibar reiteró que entre ambas formaciones existe una "línea de confianza". El ministro del Interior, Jaime Mayor, no lo ve así. En su opinión, la gran incógnita está en el PNV, que no sabe con quién debe construir el futuro de Euskadi. "Ésa es la encrucijada del PNV", reiteró. Mayor considera que la radicalización de Lizarra ha llevado a "una profunda crisis" al nacionalismo vasco, y no descarta que si ETA se encontrase abandonada por su socios de Lizarra, pudiera reorganizarse y volver a matar.