Victoria de Arantxa y derrotas de Rafter y Corretja, en Estados Unidos
El Open de Estados Unidos de tenis se está quedando en cuadro en el apartado masculino. Algunos de sus grandes alicientes han desaparecido ya de escena cuando sólo se llevan tres días de torneo. A la baja de Pete Sampras por un problema discal en una vértebra, se unió ayer el abandono del campeón de los dos últimos años, el australiano Patrick Rafter (se retiró en el quinto set ante Cédric Pioline con una tendinitis en su hombro derecho). Y a esas dos malas noticias se sumó la derrota de Àlex Corretja, que perdió en cinco mangas ante el australiano Wayne Arthurs (92º mundial) por 6-3, 6-4, 1-6, 4-6, 7-6 (8-6). Con este panorama, la victoria de Arantxa Sánchez Vicario sobre la australiana Nicole Pratt (66ª) por 6-2, 6-2 en 1 hora y 23 minutos llegó como agua de mayo en Nueva York."Me duele haber perdido este partido", confesó un malhumorado Corretja, que aseguró que sólo piensa en llegar a su casa, descansar y olvidarse de todo por unos días. "Hice un gran esfuerzo y no lo vi recompensado", agregó. "Cuando pierdes en un desempate en la quinta manga es difícil saber las razones de la derrota. El juego de Arthurs es asqueante. Te aburres jugando contra él. Pero saca como nadie. Lo único que podía hacer era salir del paso. Casi lo logro, pero un fallo en el desempate me llevó a la derrota".
Las expectativas que había levantado Corretja al llegar a la final del torneo de Long Island se rompieron en mil pedazos. Àlex hizo honor a su leyenda de luchador infatigable que le permitió levantar la desventaja de dos mangas a cero y forzar el quinto set. Llegó incluso al desempate y dominó por 4-2. Allí le faltó un poco de decisión y perdió. "Ahora soy incapaz de pensar en próximos torneos", añadió Corretja. "Tras un año de problemas físicos, ahora estoy bien y no tengo molestias". El catalán tendrá difícil acceder al Masters para defender el título que ganó el año pasado.
Éxito femenino
Arantxa, en cambio, dio un paso más hacia un hipotético enfrentamiento con la suiza Martina Hingis en octavos de final. La campeona del Open de EEUU de 1994 superó a Pratt moviéndola desde el fondo de la pista e impidiéndole subir a la red, donde la australiana se mueve mejor. Arantxa cometió ayer 30 errores no forzados, pero conectó 22 golpes ganadores (34 por 9 la australiana). Esa estadística demuestra que la española está aún en fase de adaptación, de ajuste de sus golpes y especialmente de su derecha, que aún le queda muy corta. Sin embargo, el juego de Arantxa mejora en cada partido. En el próximo tendrá una prueba de fuego. Se enfrentará a la suiza Patty Schnyder (19ª) o a la estadounidense Lisa Raymond (30ª).
El torneo está resultando una excelente plataforma reivindicativa para el tenis femenino español:siete de ocho mujeres siguen en el torneo tras la primera ronda (Arantxa, Conchita, Ruano, María Antonia Sánchez, León, Montolio y Serna), mientras que cinco de doce hombres ya están eliminados (Corretja, Clavet, Martín, Portas y A. Costa).
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