La Comunidad pide al Ayuntamiento convertir la plaza de Ramales en un parque arqueológico

La Comunidad quiere que la plaza de Ramales se convierta en el primer parque arqueológico de la capital y que esta céntrica glorieta sea de uso exclusivo para peatones. A cambio, la Dirección General de Patrimonio permitirá al Ayuntamiento la construcción de un aparcamiento bajo el subsuelo de la plaza donde se alzó la iglesia de San Juan hasta 1809. Diego de Silva y Velázquez fue enterrado en este templo en 1660. Desde el pasado mayo, la Dirección General de Patrimonio efectúa excavaciones arqueológicas buscando los restos de la iglesia y del pintor.

El viceconsejero de Promoción Cultural, Juan Carlos Doadrio, reconoció ayer que la Dirección General de Patrimonio quiere convertir Ramales en el primer parque arqueológico de la capital. Actualmente, en la región sólo existe un complejo cultural de estas características. Se encuentra en Alcalá de Henares y es la reconstrucción de la villa romana de Hippolytus. Los visitantes pueden recorrer las viejas estancias y conocer más profundamente cómo era Alcalá en época romana.La Consejería de Educación quiere hacer ahora algo parecido en Ramales. Por ello, en mayo abrió el subsuelo de la plaza a la búsqueda de los restos de la iglesia donde fue enterrado Diego Velázquez en 1660. Por el momento, ya ha abierto tres catas, y los resultados de las investigaciones, que Educación califica de "esperanzadores", llevan a la consejería a proponer al Ayuntamiento que permita la excavación de toda la plaza para desenterrar la planta de la iglesia y convertirla en un parque arqueológico estable. Pero esta idea obligaría a eliminar el tráfico de la glorieta y a desviarlo hacia otras calles, lo que puede provocar las reticencias municipales ya que el barrio está bastante congestionado.

Patrimonio cree que, si se salva el yacimiento, no habría ningún problema para que el Ayuntamiento construyese bajo él un aparcamiento. Hace dos años, el Consistorio anunció por primera vez su intención de llevarlo a cabo, pero la Comunidad lo paralizó con el argumento de que la plaza se encuentra dentro del recinto histórico de Madrid -zona de máxima protección- y que, por tanto, sería necesario llevar a cabo antes estudios arqueológicos. El Ayuntamiento abandonó así una idea que la Comunidad está dispuesta ahora a pactar.