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Reportaje:

Un maratón de dudas

Si el dispositivo de seguridad de los recientemente terminados Campeonatos Mundiales de Atletismo Sevilla 99, dirigido por el subdelegado del Gobierno, Andrés Herranz, fue un caos durante la ceremonia de inauguración, las consecuencias para algunas personas de este descontrol son calificadas por Mariano Agudo y Eduardo Montero como "un auténtico infierno". Los dos fueron detenidos por grabar unas imágenes con sus cámaras de vídeo -un acto que, en apariencia, no es punible- y, posteriormente, involucrados con el grupo de apoyo a los presos de ETA que desplegó pancartas y lanzó mensajes a través de dos giraldillas falsas a favor de la repatriación de los presos al País Vasco. Tanto Montero como Agudo, denuncian la "injusta" detención que consideran "un atropello", y sobre todo, el "linchamiento" que han sufrido a través de los medios de comunicación, que los han "acusado y sentenciado" de colaborar con este grupo e incluso con HB y ETA, antes de que "haya una decisión judicial". La juez encargada del caso, Auxiliadora Echevarri, dejó en libertad sin cargos a Agudo tras prestar declaración, mientras que Montero está a la espera de juicio, el próximo 22 de septiembre, acusado de desórdenes públicos. "Esto demuestra la incongruencia de lo que está ocurriendo. Estábamos haciendo lo mismo, en el mismo sitio y fuimos detenidos a la vez; y sin embargo uno tiene que ir a juicio y otro no", señala Agudo. El abogado encargado de su defensa, Miguel Cuéllar, está convencido de que no existen pruebas que relacionen a Montero con el grupo vasco que protagonizó los incidentes. "Queríamos tomar imágenes para venderlas a otras televisiones o guardarlas en el archivo ", aclara Mariano Agudo. Una actividad normal ya que ambos trabajan en una productora de televisión. Paradójicamente esta empresa fue contratada por la IAAF [la Federación Internacional de Atletismo, organizadora de los Mundiales] los días 18, 19 y 20 de agosto, dos días antes de la ceremonia de inauguración. Agudo comenta que "había muchas personas grabando en vídeo o tomando fotografías pero cuando empezó la movida, la policía sólo fue a por los que tenían una pinta fuera de lo normal. A mí me detuvieron porque un voluntario les dijo a unos agentes que estaba grabando. En comisaría estuve con otro detenido. La policía descubrió que era de Gibraltar cuando le pidieron la documentación y lo pusieron inmediatamente en libertad". En un primer momento los acusaron de vulnerar la ley de espectáculos, una normativa que no permite la grabación de este tipo de eventos, aunque en las entradas del Mundial no aparece ninguna mención sobre la prohibición de meter cámaras en el estadio o tomar imágenes de las competiciones. Montero explica que entraron en el estadio con las cámaras en la mano, "como mucha más gente, y nadie nos dijo nada". Tras la detención les confiscaron las cámaras, que posteriormente les devolvieron, y las cintas que han sido presentadas como prueba pericial en la acusación contra Eduardo Montero. "La Brigada de Información nº 5 de la Policía me llevó a la comisaría del estadio. Me dijeron que sólo iban a comprobar mis datos. Cuando descubrieron que fui insumiso me trasladaron a otra comisaría donde me tuvieron dos horas tirado en el suelo. Luego me metieron en una celda de aislamiento donde me pasé más de 24 horas hasta que declaré ante la juez", cuenta Montero que con cierta desesperación afirma no tener nada que ver con ningún movimiento nacionalista. De hecho, militó en la CNT, el sindicato anarquista, y al igual que Agudo participa en varios movimientos sociales. Los integrantes del grupo de apoyo a los presos vascos declararon en una rueda de prensa posterior a su detención que no conocían a estos sevillanos. "Es inaceptable la indefensión del ciudadano frente a los medios de comunicación, que vierten las acusaciones que quieren con total impunidad", apunta Agudo. Con cierta indignación continúa: "actúan con total falta de ética e impunidad. No sólo no cuentan el atropello que supuso la detención si no que encima se ensañan para vender unos cuantos ejemplares más. Nos vamos a querellar con el Diario de Sevilla, El Correo de Andalucía y La Razón". En estos periódicos se les relacionaba con el mundo de HB e incluso con ETA. "¿Qué interés pueden tener estos periódicos en dirigir todas las culpas contra dos sevillanos y a la vez no dicen nada de los responsables de la seguridad de los Mundiales?", se pregunta Agudo. Ambos afirman que las acusaciones de su vinculación con grupos proetarras "es una cortina de humo para desviar la atención por parte de los responsables de seguridad de los campeonatos. Tenían que buscar una cabeza de turco y se encontraron con nosotros". Consecuencias personales Agudo y Montero coinciden al comentar que lo que más temen son las consecuencias sociales y cómo repercute toda esta historia en sus familias. Montero explica cómo le afecta personalmente: "a nivel familiar mis padres están destrozados. Mi madre tiene una depresión. La policía me sigue a todas partes. Se pasan todo el día preguntando por mí a mis vecinos. Mi vida en el barrio me la están destrozando",. Agudo asegura que "desde el día de la detención la policía no me deja ni a sol ni a sombra. Un agente de paisano se me acercó el pasado jueves y me dijo: "este fin de semana es mejor que te vayas de vacaciones fuera de Sevilla"". Para evitar cualquier tipo de problemas, la ceremonia de clausura de los Mundiales de Atletismo con la presencia del rey Juan Carlos se celebró el pasado domingo, decidieron hacer un viaje por el sur de Portugal. Ahora sólo quieren que los medios se retracten, ya que están seguros de que las acusaciones contra Montero no van a tener ninguna consecuencia. Aunque muestran cierto escepticismo. "La verdad es que de este tipo de profesionales no esperamos nada", sentencia Mariano.

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