_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Zona de tránsito

Los mercados financieros han retornado a una fase de volatilidad en la que las ganancias son efímeras. Los índices tienden, con cierta tozudez, a volver al punto de partida, como evitando cualquier compromiso con un futuro que no se presenta tan claro como se esperaba tras la crucial decisión de la Reserva Federal.Los inversores y los analistas han dejado de mirar por la ventana y han tenido que sacar del cajón los papeles referentes al déficit público, a la inflación y al crecimiento económico.

El déficit no va bien, sobre todo porque las cifras de ingresos y gastos quedan demasiado lejos de las estimaciones de los técnicos. En el mercado ayer se afirmaba que si al final cuadran las cuentas será más por casualidad que por ajustarse al presupuesto. El ritmo que han adquirido los ingresos y los gastos públicos ponen a la inflación como el primer tema a estudiar en las dos próximas semanas, ya que el dinero se mueve muy deprisa en la UE.

El Consejo del BCE decidió en su reunión de ayer que el precio del dinero se queda como estaba, en el 2,5%, y la medida estuvo precedida por algunas turbulencias en la cotización del euro. A primeras horas de la mañana, el euro había caído hasta 1,0410 dólares, aunque después se recuperó hasta 1,0460. El cambio oficial fue de 1,0452 dólares. Los precios de la deuda cayeron ligeramente hasta situar la rentabilidad a 10 años en el 5,02%, aunque a primera hora habían subido, en un comportamiento que fue imitado por la Bolsa, ya que el índice general de Madrid terminaba la sesión con un descenso del 0,02% después de ganar hasta el 0,85% en la apertura.

Las bolsas europeas tuvieron un comportamiento similar, con oscilaciones mínimas en el momento del cierre, y coincidiendo con un recorte en Nueva York (cerró con un retroceso del 1,13% en 11.198,10 puntos) que los analistas achacaban a una retirada de beneficios lógica en zona de máximos. El dato del PIB del segundo trimestre, menor de lo esperado, no influyó en absoluto.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_