Hay una estrella en el suelo
Marion Jones cae fulminada por una lesión muscular tres días después de su esfuerzo en el salto de longitud
El suelo del estadio de La Cartuja brilló ayer largo rato en la calle tres. Entre sus dos líneas blancas se hallaba tendida Marion Jones, caída del cielo al que se había subido el domingo. Había ganado ese día los 100 metros lisos del Campeonato del Mundo de Atletismo, pero ayer se acababa de hacer mortal de nuevo para someterse como una velocista más a las series eliminatorias en la prueba de 200. Un trámite que los dioses suelen cumplir displicentes. Al salir de la curva, Marion Jones perdió fuerza y se vio superada por tres atletas. Unos pasos después, cojeaba ligeramente. Y a continuación se llevó la mano al costado izquierdo, y empezaba a dar trompicones, y terminaba extendiendo todo su brillo por el suelo. Allí permaneció unos minutos, mostrando a miles de millones de espectadores de todo el planeta su gesto de dolor y de rabia. Después la levantaron cuidadosamente, con tacto exquisito, para acomodarla en una camilla blanca.Su marido, Cotrell Hunter, un hércules que habita cerca de ella en un escalón inferior de la gloria tras haberse proclamado campeón en lanzamiento de peso el sábado, dio un puñetazo en una silla de la grada, bajó hacia la pista y la acompañó en el último tramo del recorrido hacia la zona médica, mientras le desataba las zapatillas. La caída de la estrella se producía tras una frenética carrera que empezó con la primavera y la llevó por las noches atléticas de todo el mundo; y después de cinco días sin descanso en Sevilla, donde superó todas las eliminatorias de 100 metros, hasta ganar el oro en la final; y del salto de longitud, donde gracias a su velocidad se colgó el bronce.
Los médicos le diagnosticaban anoche un "espasmo muscular" en la espalda, ese lugar que sufre tanto en el salto largo tras pisar la tabla con violencia y recibir un latigazo a 40 kilómetros por hora. Marion Jones, ahí el problema, no domina la técnica de la longitud, la prueba donde deja de ser estrella para convertirse en un cometa. El mismo que anoche fue a caer sobre la Tierra.
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