Michael Johnson exhibe su frenada en las semifinales de 400 metros

El norteamericano Michael Johnson asombró anoche en Sevilla. Mientras se esperaban otras emociones, casi pasó inadvertido. Pero dejó boquiabierto a todo el mundo cuando en una de las de 400 metros se permitió hacer 60 metros parándose y mirado hacia atrás, al ver que sus rivales esaban lejos y conseguía fácilmente la clasifcación para la final. Es posible que no se diera cuenta de que, si hubiera ido a tope, a estas horas el récord del mundo que persigue desde hace años, y aún en posesión de su compatriota Harry Reynolds, habría caído con estrépito. Hizo 43.95 segundos. Reynolds tiene la plusmarca en 43.29 desde la reunión de Zúrich de hace 11 años.Johnson ha hecho como mejor marca 43.39. Fue en los Mundiales de Gotemburgo de 1995. Pero ni siquiera en los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde consiguió el estratosférico récord mundial de 19.32, se pudo acercar tanto. Aquí, a poco que apriete su carrera en la final, podría conseguirlo. Pero él mismo se lamentará de la ocasión desaprovechada ayer, sin la tensión de la última carrera.

Ayer salió bien, con una capacidad de reacción de 0,143 milésimas desde el pistoletazo. Pero luego pareció asustarse de su ventaja y empezó a frenar.