De una tacada
La bolsa española consiguió ayer, de una sola tacada, dejar atrás la zona de mínimos y superar el nivel de apertura del ejercicio. A estas alturas del curso, este hecho no supone nada especial, pero los inversores han respirado tranquilos al ver que el mercado de futuros tenía el impulso suficiente como para mejorar los precios, aunque fuera con el permiso de Wall Street y después de una fuerte rotación de contratos hacia el vencimiento de septiembre.La contratación en el mercado continuo fue de 97.518 millones de pesetas, 586,09 millones de euros, la mejor de una semana que ha puesto a prueba los nervios de los escasos participantes en la actividad.
Una de las principales razones de esta subida está en el sector bancario, totalmente revolucionado por las grandes fusiones que se vienen anunciando y por la posibilidad de que en algún momento uno de esos grandes bancos se acuerde del mercado español. Rumores no faltan, pero por ahora no son más que un ejercicio teórico de inversores ociosos.
El tirón de la Bolsa de Nueva York, que ganaba 70 puntos a media sesión, contagió a los inversores españoles la tranquilidad con que en aquel mercado esperan la decisión de la Reserva Federal del próximo martes. En algunos momentos daba la sensación de que ya no importa lo que haga la FED y de que los mercados financieros seguirán soportando el protagonismo de la actual coyuntura. Wall Street cerró con un avance de 136,80 puntos (1,25%), para quedar en 11.100,60.
La deuda se mantuvo en el nivel del jueves, 5,08%, pero al final también se notó la presencia de dinero y descendió una centésima, hasta el 5,07%.
El índice madrileño ganaba en esta sesión un 1,58%, 13,54 puntos que lo sitúan una vez más en el punto de partida, esto es, prácticamente en el nivel en que abrió el ejercicio. La ganancia del índice en el año es del 0,51%, 4,40 puntos, una posición muy delicada para hacer frente al nuevo curso que está a punto de comenzar.
