El asombro de Szabo y Enqvist
Sólo tiene 23 años y es rubia y menuda. Sólo se parece a Marion Jones en su juventud y en que es imbatible. Se llama Gaby Szabo y es la rumana de 23 años que tiene adjudicado sin correr uno de los títulos femeninos, el de 5.000 metros. No parece lógico que le ocurra como en los pasados Europeos. En Sevilla tendrá que correr 2.000 más que en la Liga de Oro, donde ha encadenado victorias con toda facilidad, como Jones. Pero da igual. Su sistema es infalible. Con un estilo económico aunque parezca a saltitos, se pega como una lapa a cualquier rival por endiablado que sea su ritmo. Y al final, bien a 300, 200 o incluso 100 metros de la meta, impone su sprint con una potencia que ni Cipollini comprimido lo haría mejor. Es la Gebreselassie blanca.Difícilmente podrán hacerle sombra la portuguesa Fernanda Ribeiro (mejor en los 10.000 contra la agónica británica Paula Radcliffe), la marroquí Zahra Ouaziz o la campeona olímpica de 1.500 en Barcelona, la argelina Hassiba Bulmerka, que vuelve en los 5.000. Y no estarán tampoco en Sevilla las misteriosas fondistas de Ma Junren, el polémico entrenador que fabricó con discutibles sistemas una serie de plusmarquistas, mundiales, que aún permanecen, pero que en su encumbramiento mantiene un enfrentamiento sostenido con la propia federación de su país.
Szabo es el asombro presente y futuro, pero los Mundiales tendrán también el asombro del pasado y del coraje ante la enfermedad. La sueca Ludmila Enqvist correrá los 100 metros vallas tras volver a las pistas el pasado 30 de julio después de un tratamiento contra el cáncer de pecho que se le detectó en abril. Su vida no ha sido precisamente un camino de rosas. Cuando aún era Ludmila Narozhilenko y ya estaba en la élite, fue sancionada por cuatro años al dar positivo en un control antidopaje. Su matrimonio con un entrenador sueco le cambió el destino y también le dio la firmeza de carácter para superar vallas tan altas como la de ahora. Incluso puede ganar medalla ante Gail Devers, Olga Shishigina o Glory Alozie.
Y habrá otros duelos atractivos como los de María Mutola, Svetlana Masterkova y Carla Sacramento, en el mediofondo. O el de la keniana Tegla Lorupe, la etíope Fatima Roba y la portuguesa Manuela Machado, en maratón. Y nuevas estrellas, como la saltadora surafricana de 20 años Hestrie Storbeck-Cloete, que ha saltado ya 2,04 metros y parece la única capaz de acercarse al ya viejo récord mundial de la retirada búlgara Stefka Kostadinova, 2,09 en 1987.
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