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Guillot considera "cínico" atribuir a IC-V que no haya candidatura única

Enric Company

Mientras Pasqual Maragall se esfuerza ahora en mantener abiertas todas las opciones de pacto poselectoral para alcanzar el Gobierno de la Generalitat, la dirección de Iniciativa-Verds (IC-V) mostró ayer algunas de las heridas dejadas por la frustración del acuerdo preelectoral entre los partidos de izquierdas del que durante por lo menos el último año se ha declarado partidario el propio Maragall. Lo que ha provocado estupefacción en IC-Verds es que Maragall incluya ahora a los cuadros dirigentes de la propia Iniciativa entre los responsables de que no haya candidatura conjunta de izquierdas, ni programa común, ni nada de lo que se ha estado hablando tanto. Maragall "está haciendo un ejercicio de cinismo", dijo ayer el diputado Jordi Guillot, portavoz de IC-Verds en el Parlament, "porque él, principalmente él, el PSC y la gente de Ciutadans pel Canvi conocen perfectamente nuestro esfuerzo para llegar a una candidatura unitaria". Estas palabras de Guillot eran la respuesta a unas declaraciones realizadas el domingo por Maragall, en su primera aparición tras las vacaciones, en las que el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat lamentaba que las direcciones de IC-Verds y del PSC "hayan renunciado demasiado pronto a la ilusión de un cambio, sea en siglas separadas o unidas". El aparato del PSC El esfuerzo de Iniciativa para conseguir una amplia coalición progresista "ha sido sincero, leal e incluso en algunos momentos se ha podido calificar de ingenuo", afirmó Guillot. Pero frente a él no ha habido más que "el rechazo claro y explícito del PSC, además de las declaraciones ambiguas y confusas por parte de Maragall". Sin embargo, tras la negativa del PSC a la candidatura conjunta, la dirección de IC se siente más libre para criticar la actitud mantenida por Maragall en esta cuestión. Guillot recordó que Iniciativa-Verds decidió el 24 de julio acudir sola a las elecciones autonómicas después de que Maragall anunciara ante el consejo nacional del PSC que no habría coalición de partidos progresistas. La convicción de IC es que aquel anuncio expresaba una imposición del aparato del PSC. "Pero todavía no sabemos de manera clara y concisa cuál es la propuesta firme que Maragall ha defendido, sea públicamente, sea en el interior del PSC", agregó el portavoz ecosocialista. El esfuerzo que ahora hace Maragall para situarse por encima de su partido "no es creíble", dijo Guillot, "y al mismo tiempo es hasta rídiculo porque ha mostrado una debilidad muy grande frente al aparato del PSC, que no ha podido ni sabido evitar". Todo esto ha enrarecido la relación entre ambos partidos, que por lo demás siguen colaborando a escala municipal. Pero Guillot concluyó advirtiendo ayer que "si Maragall y el PSC continúan por este camino, acabaremos enfadándonos todos".

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