Los concejales y altos cargos de Gil Marín cobraron 500 millones en sólo año y medio

El nuevo alcalde de Estepona, el socialista Antonio Caba, ha decido poner orden en la casa que hasta el 23 de julio pasado presidía Jesús Gil Marín. El informe financiero que está realizando el nuevo equipo de gobierno (una coalición compuesta por seis ediles del PSOE, tres del PP, uno de IU y otro del PA) ha revelado que los concejales del GIL y su personal de confianza percibieron casi 500 millones de pesetas en sueldos en el último año y medio en el que gobernaron en la localidad malagueña. El grueso, más de 340 millones, habría sido abonado por la empresas municipales y el resto en las nóminas.El PSOE anunció ayer que denunciará estos hechos ante la Fiscalía Anticorrupción. El concejal de Hacienda, Francisco Zamorano, indicó que los ediles que cobraban dedicación exclusiva recibían tambíen retribuciones de las sociedades municipales mediante "un mecanismo que puede ser ilegal". Y añadió que en los 40 días de transición de un gobierno municipal a otro los concejales del GIL recibieron retribuciones por 30 millones de pesetas.

La forma de pago a los concejales y personal de confianza era doble, según dijo ayer en conferencia de prensa Zamorano, quien calificó el asunto de "sangría económica". Por una parte, recibían la nómina del Ayuntamiento, que en el caso de los ediles -todos, excepto uno, con dedicación exclusiva- superó los seis millones de pesetas desde enero de 1998 hasta que se les relevó en el gobierno municipal el pasado 23 de julio. Por otra, en ese mismo periodo, recibieron el grueso de su retribución (que oscila entre los 4.500.000 y los 15.333.000 pesetas) a través de las empresas municipales.

"La ley sí permite que como miembros del consejo de administración reciban indemnizaciones. No obstante, debería ser la Junta de las sociedades la que así lo establezca", manifestó Zamorano. En los libros de actas de las 14 sociedades que han descubierto al día de hoy -desconocen con exactitud el número que existe- no figura ningún acuerdo de retribución económica. Además, tres de ellas carecen de todo registro.

El sistema de pago fue, según los resultados del estudio financiero, la creación de un comité de coordinación de las empresas municipales que "no tienen derecho a percibir ningún tipo de cantidad", según Zamorano. Y estableció la retribución -"aunque no consta en ningún libro oficial si se reunieron y los acuerdos a los que llegaron"- en 83.333 pesetas brutas por asistencia. También cobraron supuestamente los concejales del GIL y su personal de confianza por prestar sus servicios a las sociedades municipales.

La cantidad total que achaca el actual equipo de gobierno a la antigua corporación y su personal de confianza en ese año y medio asciende a 492.587.000 pesetas. La mayor parte -341.699.000 pese-tas- habría sido abonada a través de las sociedades municipales.

El nuevo alcalde ha denunciado en numerosas ocasiones que éstas constituían un "Ayuntamiento paralelo" para escapar a toda forma de control. Las 150.884.000 pesetas restantes fueron retribuidas a través de nóminas de Ayuntamiento tanto a concejales (65.084.000 pesetas) como a personal del consistorio (85.800.000).

Gil Marín salió al paso de estas acusaciones y aseguró que se trata de "trucos contables". Y señaló que la cantidad global corresponde a todo el mandato, y no al último año y medio, como pretenden los socialistas. "La pregunta es cuánto habíamos recibido los primeros años, en los que recibimos mucho menos, porque esos pagos corresponden a los cuatro años de gobierno", manifestó.

"Es un acto de piratería política que intenten ocultar las retribuciones que tienen a través de este entramado de empresas", replicó Zamorano. Los ex concejales que más sobresueldos cobraron en este año y medio son, según el informe, el de Urbanismo, Víctor Sánchez Pinacho (15.333.000 pesetas), el de Salud, Lorenzo Guerra Jiménez (13.666.000), y el ex teniente alcalde José Ignacio Crespo de Lucas (12.166.000). Natalio López Valenzuela, contable de las empresas municipales, que no era concejal, percibió 48.952.000 pesetas.

El informe desvela que en los 40 últimos días en los que el GIL ha gobernado en funciones -el grupo presentó un recurso contencioso electoral que retrasó la constitución de la corporación muni-cipal- los pagos de las empresas municipales a los ediles y personal de confianza aumentaron vertiginosamente. En menos de mes y medio ascendieron a un total de 76 millones, sin contar las nóminas.

Y es que, según Zamorano, llegaron a convocarse hasta 21 comités de las sociedades municipales en un solo día. Así, por ejemplo, acusó a Crespo de haber asistido a seis el mismo día en que se conformaba la nueva corporación, recibiendo casi 500.000 pesetas por ello.

"Pero no se crean que esta capacidad de trabajo quedó ahí, ni mucho menos; va mucho allá y es innata en todo el grupo GIL", ironizó el concejal de Hacienda. Así, el pasado 17 de julio, participó en los 21 comités, cobrando un total de 1.750.000 pesetas.