CiU promete en su programa electoral bajar los impuestos con deducciones en el IRPF

Convergència i Unió (CiU) se compromete en su programa electoral para las próximas elecciones autonómicas a bajar los impuestos en caso de que vuelva a alcanzar la presidencia de la Generalitat. En su propuesta de nuevo pacto fiscal para Cataluña, la coalición nacionalista se fija como objetivo obtener unos ingresos adicionales de 400.000 millones de pesetas anuales y gestionar la totalidad de los impuestos que se recaudan en Cataluña. Ello le permitiría disminuir la presión fiscal sobre los ciudadanos mediante la introducción de nuevas deducciones en el impuesto sobre la renta.

Las propuestas que realiza CiU en su programa están supeditadas a que revalide su mayoría en el Parlament y que pueda negociar sin ataduras con el Gobierno central un nuevo pacto fiscal que se aplicaría a partir del 1 de enero del 2002. En el marco de la precampaña electoral, hace unas semanas, el presidente de la Generalitat y de Convergència, Jordi Pujol, prometió también una subida en las pensiones no contributivas. La promesa ha sido calificada de oportunista por la oposición, que recuerda a Pujol que en 13 ocasiones CiU ha votado en el Congreso en contra de propuestas similares. CiU estima que en la actualidad se produce un excedente fiscal con el Estado, en detrimento de Cataluña, de entre 700.000 y 1,2 billones de pesetas. Ello significa, según el programa electoral, que los catalanes pagan en conjunto el 24% más que los ciudadanos del resto de España y reciben el 12% menos. El objetivo de CiU es que la Generalitat recaude y gestione todos los impuestos y transfiera el 40% del IRPF y el 50% del impuesto de sociedades y del IVA. Cataluña se quedaría la totalidad de los impuestos especiales (tabaco, alcohol), los tributos cedidos (sucesiones, transmisión patrimonial) y la matriculación de vehículos. Ello supondría una financiación adicional de 400.000 millones de pesetas. Esta cantidad permitiría a la Generalitat, según CiU, rebajar los impuestos mediante deducciones en el impuesto sobre la renta en aplicación de la capacidad normativa que posee la Generalitat sobre un tramo del IRPF y que por el momento CiU nunca ha utilizado. Este tramo es del 30%, pero en el futuro Pujol quiere alcanzar el 60%. Las rebajas afectarían sobre todo a los núcleos familiares; por ejemplo, habría deducciones de 100.000 pesetas en la declaración de renta para las familias numerosas y las que tuvieran a su cargo personas mayores de 65 años o discapacitadas. También habría incentivos fiscales para inversiones fijas como la compra de viviendas de primera residencia. CiU prevé aplicar también deducciones a empresas que inviertan parte de sus beneficios en infraestructuras de medio ambiente o en I + D (Investigación y Desarrollo). Desde el Gobierno de CiU se considera factible esta bajada de impuestos, aunque quedaría supeditada a la firma de un nuevo modelo de financiación mucho más generoso para Cataluña. Con 400.000 millones más al año, Convergència i Unió considera que la financiación de la Generalitat alcanzaría su "punto justo". El resto del actual excedente fiscal sería la contribución de Cataluña a la solidaridad interterritorial. Durante los cuatro años que CiU ha apoyado al Gobierno del PP ha obtenido financiación adicional por valor de unos 100.000 millones anuales, según la Generalitat, pero su objetivo es consolidar un aumento de 400.000 millones al año. Algunas de las propuestas fiscales que figuran en el programa de CiU ya fueron expuestas por el consejero de Economía y Finanzas, Artur Mas, en enero pasado. Entonces ya reivindicó que Cataluña gestione la Agencia Tributaria o, si ello no es posible, que pueda crear una propia. Esta vez, las reclamaciones fiscales -aumento del techo de competencias y nuevo sistema de financiación- no se justifican con argumentos soberanistas, sino que se remiten a la necesidad de aumentar el bienestar de los ciudadanos.