Oscuridad

El martes 27 de julio, cuando visitábamos la exposición temporal sobre Porcelanas del Buen Retiro, fuimos avisados a las 18.25, por una joven que suponemos era vigilante del mismo, de que éste se iba a cerrar a los pocos minutos. Cuando nos dirigíamos a la salida quedamos sumidos en la más completa oscuridad. Extremando nuestras precauciones conseguimos salir a tiempo de alcanzar a un rezagado de la general desbandada, al que recriminé su poca delicadeza al apagar las luces habiendo personas en la sala.En lugar de disculparse, con lo cual hubiera quedado zanjado el incidente, contestó displicentemente que no tenía por qué responderme. Le pedí la hoja de reclamaciones y me dijo que las tenían en taquilla, y allí, que la taquillera, persona encargada de este menester, salía a las seis de la tarde.

Pequeños alfilerazos como éste, que mucho me temo podrían ser frecuentes, dada la naturalidad con que se produjo y fue despachado, dan una mala imagen de nuestras, por otra parte, magníficas instalaciones culturales.-