El GIL fuerza una moción de censura en Ceuta con el apoyo de una tránsfuga del PSOE

La tránsfuga Susana Bermúdez ha desencadenado una tormenta política en Ceuta. La diputada del PSOE, que hace poco más de un mes había apoyado un pacto tripartito para impedir que el Grupo Independiente Liberal (GIL) gobernara en esta ciudad autónoma, abandonó ayer sin mayores contemplaciones su partido para pasarse al Grupo Mixto, desde donde respaldará la moción de censura presentada simultáneamente por el GIL. Su voto permitirá casi con certeza que la formación de Jesús Gil desbanque al PP del Gobierno de la ciudad autónoma el próximo 23 -día para el que se ha fijado el pleno en que se debatirá la moción- ya que con ella los 12 diputados del Grupo Independiente Liberal alcanzan la mayoría absoluta.Mientras miembros del actual equipo de Gobierno expresaban sus sospechas de que Susana Bermúdez haya sido comprada por el GIL, sus excompañeros de partido le sugerían "que se vaya a su casa" y deje correr la lista.

La decisión de Bermúdez cayó como un jarro de agua fría entre el Gobierno formado por populares, socialistas y la formación musulmana Partido Democrático y Social (PDS). La diputada tránsfuga justificó por escrito su apoyo al GIL en que debe gobernar "la mayoría libre, responsable y democráticamente elegida" por los ceutíes y en que la alianza tripartita de la que ella formaba parte hasta ayer era "un pacto antinatura, sin proyecto y sin futuro". Bermúdez, vicepresidenta primera de la Mesa de la Asamblea, también fundamenta su decisión en su rechazo a la subida de los gastos de representación de los diputados acordada el lunes en un pleno en el que ella misma votó a favor. La moción ahora cuestionada por Bermúdez elevaba los ingresos de los 25 miembros de la Asamblea de 137.000 a 250.000 pesetas al mes, al tiempo que establecía que Jesús Fortes (PP), que sólo cobraba 715.000 pesetas al mes como presidente, percibiría también el sueldo de diputado, lo que le reportaría tres millones anuales brutos más al año.

Acusación de compra

El Grupo Independiente Liberal fue la fuerza más votada el pasado 13 de junio, pero se quedó a 40 sufragios de la mayoría absoluta y la unión PP-PDS-PSOE lo dejó en la oposición. En el escrito que presentó ante el registro de la Asamblea, Bermúdez argumenta que "resulta evidente la inviabilidad de una coalición de gobierno entre PP y PSOE, habida cuenta de la contradicción de programas electorales y de ideologías". Distintos dirigentes del equipo de gobierno expresaron su convicción de que el GIL ha "comprado" a Bermúdez, aunque no aportaron pruebas ni precisaron cifras. "Aquí hay soborno y una cantidad fuerte", estimó Mustafa Mizziam, líder y diputado del PDS. Su compañero de filas, Mohamed Chaib, también se mostró convencido de que "hay dinero de por medio". Juan Hernández, presidente de la gestora que hace apenas dos semanas se hizo con las riendas del PSOE local tras una fuerte crisis y de la que formaba parte la propia diputada socialista, fue más sutil: "Desde el punto de vista político, su actitud es una incoherencia. Tiene que haber algo más que haya sido determinante para que haya dado este paso. Su decisión no es política". El portavoz del equipo de gobierno, Emilio Carrera (PP), también se mostró cauto, aunque contundente: "No se puede fomentar el transfuguismo e intentar corromper a las personas. Eso no entra dentro del juego democrático, sino de las reglas del juego del GIL".Tanto Antonio Sampietro, líder del GIL en Ceuta y candidato a sustituir a Fortes en la Presidencia de la Asamblea, como Jesús Gil, presidente de la formación, negaron de manera rotunda las acusaciones que venían de los tres partidos que forman la coalición de Gobierno en la ciudad autónoma.

"Presiones y tentaciones"

El socialista Hernández, sin embargo, afirmó que la propia diputada había comentado días atrás que venía siendo sometida a "presiones y tentaciones" de personas cercanas al entorno del GIL. "Yo siempre creí en su fortaleza y su coherencia, pero me equivoqué. Me siento traicionado". El dirigente del PSOE consideró una "usurpación de nuestro escaño" la decisión de la diputada de pasarse al Grupo Mixto y arremetió con dureza contra ella al señalar que "si le queda algo de responsabilidad y de coherencia debe abandonar el escaño y que corra la lista porque el futuro para Ceuta puede ser poco halagüeño".Nunca en Ceuta un pacto ha completado una legislatura. El único alcalde que logró acabar su mandato fue el socialista Fructuoso Miaja, entre 1987 y 1991, aunque con dos acuerdos diferentes. Pero la alianza por la que la propia Bermúdez votó el pasado 3 de julio es el pacto más corto de la historia política local: 38 días. La conmoción en las filas socialistas es palpable. A Susana Bermúdez, Tata, como la llaman cariñosamente, la vieron crecer en la sede del partido, adonde su padre, Ángel Bermúdez, un dirigente histórico del PSOE, la llevaba desde pequeña. En un mes y medio ha pasado de ser pieza clave para la estabilidad del pacto anti-GIL a tránsfuga. El padre de la exmilitante del PSOE, que anoche se reunió con dirigentes del PP, expresó su intención de reconducir la situación. Antes del 23 de agosto, fecha del pleno de la moción de censura, "puede haber marcha atrás y otras cosas", declaró Ángel Bermudez a Europa Press.

A principios de julio incluso actuó de dique de contención en la crisis interna de su partido motivada por la dimisión de la ejecutiva en bloque y de los tres primeros diputados electos de la lista, que no compartían la imposición de la ejecutiva federal de pactar con el PP. Por eso finalmente los dos escaños socialistas los ocuparon ella, número 4, y Alfonso Cerdeira, el número 5.

Alberto Núñez, quien dimitió como secretario local del PSOE y como cabeza de cartel, fue ayer muy gráfico: "La decisión de Susana es el último clavo del ataúd" del Partido Socialista ceutí.