El Barça recibe en Berlín su primera derrota de la pretemporada

HERTHA BERLÍN 2 BARCELONA 1Una cadena de interrogantes. El Barça cerró ayer la pretemporada en Berlín con un juego pírrico y tuteado y derrotado por el Hertha, un equipo que la próxima semana se jugará su pase a la Liga de Campeones. Van Gaal podrá escudarse en que ayer sólo alineó de salida a cuatro titulares. La excusa perfecta para armarse ante la Supercopa que llega. Las lesiones pesaron ayer. Pero tampoco en el primer partido en Alemania, en Mannheim, donde plantó al equipo base, el juego fue mucho mejor. Ni funcionó ayer la zaga y delante apenas hubo dos asistencias perfectas de Guardiola y un chut de Figo. Dani, tras un fallo clamoroso del portero, puso el gol. Los ensayos no han servido de demasiado. La Supercopa se presenta mañana como algo imprevisible, con el fantasma de Claudio López y bajo la inquietante sombra, además, de la baja definitiva de Luis Enrique y las lesiones de Reiziger, Bogarde, las molestias físicas de Ronald de Boer y Litmanen y la gastroenteritis de Cocu. El Barça acabó la Liga de forma pletórica y ahora es difícil calibrar la medida exacta de sus posibilidades.Van Gaal rebajó en Holanda la categoría de la Supercopa a la de un mero entrenamiento, y ayer cumplió su anuncio de reservar a jugadores: Kluivert y Figo -jugaron sólo media hora de la segunda mitad- y Hesp no actuó. El resultado fue un equipo formado por cuatro titulares -Guardiola, Abelardo, Sergi y Frank de Boer-. El resto fueron los canteranos apadrinados por Van Gaal, -Mario, Gabri, Nano y Arnau- más Zenden y Simao. Un puzzle nuevo, completado en la segunda mitad con Arteta. El Barça dejó muy poco sobre el césped de Berlín. No pudo con la presión alemana en la medular y sufrió mucho detrás. Sólo brindó en la primera mitad dos pases con tiralíneas de Guardiola a Mario, frustrados ante la portería, y un chut de Frank de Boer, cuyo rechace remató Dani. El gol sirvió para empatar, pero Daei se encargó de cabecear a la red. Nada aportó el segundo acto. Si acaso, un chut de Figo, la voluntad de Kluivert y la actuación de Arnau, que evitó los goles de Daei, Aracic y Hartmann.