Un vecino de Benalmádena denuncia al alcalde y le acusa de perseguirlo por ser militante del PP
Un vecino de Benalmádena ha denunciado al alcalde de la localidad, el independiente Enrique Bolín, por supuestos delitos de prevaricación y allanamiento de morada tras haber ordenado el Ayuntamiento el derribo del vallado de un solar de su propiedad. El denunciante, José María Báguena, atribuyó la actuación del gobierno del Grupo Indepdendiente de Benalmádena (GIB) a una "venganza" por su militancia en el PP. El Ayuntamiento defendió la legalidad del derribo y afirmó que la cerca no se ajustaba a las disposiciones establecidas para la zona. "El vallado no se correspondía con el entorno, pero no hay persecución política. Es una de las 40.000 actuaciones que hace el Ayuntamiento. ¿Qué pasa, que porque sea de un partido se puede saltar la ley a la torera?" fue la rotunda respuesta del portavoz del GIB, Manuel Crespo. La versión de Báguena es bien distinta. Según reconoció, el año pasado, el consistorio le comunicó que el cerramiento era incorrecto porque no se ajustaba a la estética del lugar. A finales de julio de 1998 presentó sus alegaciones, pero no obtuvo respuesta. El 2 de julio pasado, volvió a recibir una notificación del Ayuntamiento en la que se le ordenaba que quitara un cartel de propaganda electoral del PP de su valla pese a que ya había sido retirado dos semanas antes. Siempre según el relato de Báguena, el 26 de julio al mediodía se personaron en la parcela una pareja de la Policía Local y un par de trabajadores de Servicios Operativos y echaron abajo la tela metálica. Según el denunciante, los funcionarios municipales esgrimieron una orden firmada por Bolín en la que se fundamentaba la decisión en que la parcela era zona verde. "Sólo dejaron la puerta", se quejó Báguenas, quien ese mismo día presentó la denuncia ante la comisaría de policía de Benalmádena. Además de la demanda, el vecino ha solicitado la restitución del vallado y no descarta ampliar la denuncia con nuevas pruebas. Respuesta municipal El Ayuntamiento esgrimió que no presentó uno sino "varios" requerimientos para que sustituyera la valla por una que se ajustara a la normativa para el entorno. "No respetó las normas, por eso se procedió al desmontaje. Ahora quiere llevar eso al terreno político e intenta utilizar al PP para hacer fuerza", replicó Crespo. El grupo municipal del Partido Popular ha calificado la actuación de Bolín como "un acto contrario a derecho y a la libertad política" y de "represalia por la colocación de propaganda electoral de una formación política distinta a la del alcalde". Además, el Ayuntamiento argumenta que 84 de los 419 metros cuadrados que mide la parcela corresponden a red viaria. El denunciante reconoce estas cifras, pero sostiene: "Hasta tanto no construya, todos los viales son míos". Al margen de la disputa por el vallado, Báguenas y el Ayuntamiento mantienen un contencioso por el cierre de una discoteca, en la que el denunciante supervisó obras en su calidad de aparejador. El consistorio denunció a Báguenas porque, según Crespo, los trabajos carecían de las preceptivas licencias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.