El Tribunal Superior ordena repetir un juicio por la falta de motivación del veredicto

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha ordenado repetir un juicio y, en consecuencia, ha anulado por falta de motivación el veredicto de un jurado popular que declaró culpable de asesinato con alevosía a Ricardo Castellà, un vecino de Pessonada (Pallars Jussà) de 61 años que fue juzgado el pasado mes de marzo en la Audiencia de Lleida por matar a tiros a un ciudadano francés afincado en Gerri de la Sal.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia se ha apoyado en uno de los dos argumentos esgrimidos en el recurso de apelación por la defensa de Castellà, condenado a 15 años de prisión por asesinar a tiros el 24 de octubre de 1997 al francés Eric Thomas en su finca de Pessonada. Esta parte alegó que Ricardo Castellà, un ingeniero industrial, fue condenado sin que el jurado motivara por qué rechazó sus argumentos de defensa. El tribunal popular rechazó por unanimidad la posibilidad de que Thomas golpeara repetidamente a Castellà antes de que éste le disparase dos tiros desde poca distancia con una escopeta de caza. Sin embargo, el letrado de Castellà sostiene que el acusado actuó en defensa propia u obcecado por la paliza recibida, en cuyo caso le habría atenuado la pena e incluso exonerado de culpa. El jurado popular sustentó su veredicto de culpabilidad en las pruebas periciales de los forenses, en los análisis técnicos de los expertos policiales en balística y en el testimonio de diversos especialistas. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya considera que todas las pruebas analizadas "inducen vehementemente a pensar que el acusado fue repetidamente golpeado por la víctima". La sentencia ordena mantener en prisión provisional a Castellà y celebrar un nuevo juicio presidido por el mismo magistrado, el presidente de la Audiencia de Lleida, Andreu Enfedaque, cuya labor también ha sido censurada por el ponente de la Sala de lo Civil y Penal. "Las motivaciones que para reforzar el veredicto incorpora el primer fundamento de derecho de la sentencia apelada", señala, "carecen de toda validez para subsanar aquella falta de motivación del jurado (...), ya que la motivación únicamente puede darla el jurado que adopta la decisión y no el magistrado presidente". El desencadenante de la muerte fue la venta de un grupo electrógeno de Castellà a Thomas. El aparato tenía continuas averías y su funcionamiento no era correcto. El francés reclamó varias veces a Castellà la devolución del importe del aparato. La última vez que se vieron, Castellà esperó a Thomas en su finca de Pessonada, según se probó en el juicio, y desde lejos efectuó contra él un primer disparo con postas de caza mayor que hirieron al francés en la columna vertebral. Cuando Thomas estaba en el suelo malherido y sin posibilidad de defenderse, le disparó a bocajarro en la cabeza y le causó la muerte instantánea. Castellà siempre sostuvo que Thomas fue el primero en atacarle y que hubo una pelea entre ambos en la que él llegó a perder el sentido.