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El gobierno de Sevilla revoca la subida de sueldos y consensúa la congelación salarial

Tereixa Constenla

El gobierno municipal de Sevilla dio ayer marcha atrás y aceptó suspender la subida salarial de los concejales, a través de un acuerdo plenario, que recibió la bendición unánime de todos los grupos. Se olvidó así la fórmula de la renuncia individual que, según el portavoz socialista Emilio Carrillo, no había logrado frenar la polémica salarial. El pleno aprobó también la paralización de las obras del edificio del Prado, un proyecto evaluado en 5.000 millones de pesetas, que diseñó el arquitecto Rafael Moneo, gracias al cambio del PA, que votó contra una obra que había apoyado en el mandato anterior. Un giro que evidencia, según la ex alcaldesa Soledad Becerril, "su falta de escrúpulos".

El acuerdo presentado por el PSOE y el PA, socios de gobierno, para modificar el último acuerdo salarial -aprobado por ellos el pasado 20 de julio- y mantener el que ha estado vigente durante el mandato anterior, sorprendió a la oposición, que 24 horas antes había escuchado en la junta de portavoces argumentos del gobierno contrarios a esta medida. Tanto socialistas como andalucistas han insistido en defender la renuncia individual como la fórmula válida, frente a la petición de la oposición (PP e IU) de consensuar un nuevo acuerdo plenario. La congelación salarial recibió ayer las bendiciones de todos los grupos, que habían presentado iniciativas individuales con el mismo objetivo. El gobierno local da por descontado que estará vigente el resto del mandato y que zanja la polémica subida salarial. El portavoz socialista, Emilio Carrillo, confesó que había sido una decisión "difícil y sopesada" y que pretendía enterrar definitivamente el debate sobre sueldos. "Creímos, ingenuos de nosotros, que con la renuncia se podría dejar de estirar el chicle", dijo. "Como ha resultado evidente que no se ha cortado el debate, se ha optado por este acuerdo", explicó. El consenso de los grupos políticos sobre congelación realzó más las discrepancias sobre las obras del Prado, suspendidas ayer con los votos a favor de PSOE, PA e IU. Sólo los populares defendieron el interés del proyecto para dotar a la ciudad de un edificio que aglutine los servicios centrales municipales que, a su juicio, no está reñido con la descentralización administrativa, que el PSOE enarbola como uno de sus objetivos políticos. El delegado de Hacienda, Carmelo Gómez, citó la descentralización y el endeudamiento municipal -la obra cuesta 5.000 millones de pesetas- como las razones que han motivado la paralización del proyecto.La portavoz del PP, Carmen Diz, defendió la operación financiera a 25 años, autorizada por la Consejería de Economía, y advirtió del carácter finalista de los préstamos bancarios. Diz estima que las indemnizaciones que habrá que pagar por la suspensión rondan los 1.500 millones de pesetas. Las críticas más ácidas del PP, sin embargo, fueron para el PA por su "giro de 180 grados". "Demuestra su falta de escrúpulos", dijo la ex alcaldesa Soledad Becerril. En el pleno se aprobaron las recalificaciones de las parcelas de Uralita, Coca Cola y Landis, que sólo contaron con la oposición de IU. Su portavoz Luis Pizarro pidió un informe técnico para aclarar si las sucesivas modificaciones urbanísticas significan una revisión del PGOU y acusó al PSOE de "defraudar las expectativas". "Con tal de obtener la alcaldía han regalado al PA la gestión urbanística, el instrumento más potente para cambiar una ciudad", criticó.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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