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Dos falsos 'fisac'

El arquitecto de 'La Pagoda' asegurá que nunca proyectó dos de los edificios que le atribuye el catálogo municipal

El Ayuntamiento de Madrid catalogó en 1997 como obra protegida de Miguel Fisac dos edificios que el arquitecto nunca proyectó. Se trata del Patronato Juan de la Cierva, en la calle de Serrano, y de la antigua sede de la Facultad de Ciencias Políticas, en la Ciudad Universitaria. Estos falsos fisac aparecen entre los 12 edificios protegidos del autor de La Pagoda en la lista facilitada por el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP.El presunto autor de dichos edificios explicó ayer que participó en la construcción de estos inmuebles, pero no en su diseño original, que no le pertenece. "El proyecto del Patronato Juan de la Cierva es de Ricardo Fernández Vallespín", aclaró Fisac. "Yo sólo hice reformas de las escaleras y el salón de actos. De hecho, el patronato no figura en los libros sobre mis obras, porque yo sólo lo construí y modifiqué algunas cosas. Yo hice solamente el Centro de Información del Patronato", añadió. Respecto a la antigua Facultad de Ciencias Políticas, Fisac detalló que su proyecto concierne sólo al Centro de Profesorado de Enseñanza Laboral, en la avenida de Puerta de Hierro. "De la facultad, sólo hice el principio. Luego, quien lo terminó no tuvo en cuenta mi proyecto", aclaró.

"Hay una cierta confusión sin mala intención", comentó el arquitecto. "Pero es interesante constatar que lo que quieren mantener de mi obra en realidad no es mío", agregó.

Fisac criticó una vez más la postura del alcalde, José María Álvarez del Manzano, en relación con el derribo de la torre de los picos. "El alcalde dijo que sentía que se tirara La Pagoda cuando todavía estaba de pie", declaró Fisac. "Yo creo que el Ayuntamiento estaba dispuesto a sentir mucho que La Pagoda se tirara del todo", añadió.

Por su parte, el arquitecto Antón Capitel, que revisó el trabajo de selección de su colega Cano Lasso antes de que pasara a la comisión asesora que propuso la lista de edificios a proteger, denunció ayer que la arquitectura moderna no está suficientemente salvaguardada, porque el número de edificios que se pueden proteger está limitado por una "decisión política". Capitel opinó que, aunque La Pagoda no estuviese legalmente protegida, estaba inventariada como bien cultural por el simple hecho de figurar en la selección de Cano Lasso. "No se puede, o no se debe, tirar un edificio como La Pagoda", dijo.

La Gerencia Municipal de Urbanismo señaló ayer en un comunicado que, al contrario de lo afirmado el día anterior por este periódico, el edificio de La Pagoda no estuvo nunca protegido ni incluido en ninguna lista, ni siquiera provisional, de la comisión asesora de catalogación. EL PAÍS recibió ayer una carta del catedrático de Arquitectura Carlos Sambricio en la que reitera que dicha comisión asesora de catalogación propuso la protección integral para La Pagoda. Y asegura tener documentos que acreditan la inclusión del edificio de Fisac en la lista.

La Gerencia también negó que La Pagoda hubiera evitado el pago del impuesto de bienes inmuebles en caso de estar protegida, pues sólo están exentos los edificios con más de 50 años del centro histórico.

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