Puntualizaciones
La columna de Eduardo Haro Tecglen publicada el viernes 23 de julio bajo el título de Michnik,Tertsch, en la que se alude a mí de forma poco amable, me obliga a ciertas puntualizaciones. 1.No odio a los eslavos del norte ni del sur. Tampoco a los esquimales, a los filatélicos, a los submarinistas ni a los viticultores. Ni siquiera a los intelectuales que viven de y para el resentimiento.2.No me entusiasman los bombardeos; los lamento profundamente. Aunque sí creo que un puñetazo que impida a un violador consumar sus apetitos en una menor puede estar justificado. Pero soy incapaz de gozar con el dolor ajeno. Incluso del dolor de víctimas no inocentes. El dolor produce, la mayoría de las veces, amargura, y ésta, sin duda, hace peores a las personas.
3.Finalmente, sólo puedo agradecer el hecho de ser objeto de un ataque en tan magnífica compañía. Adam Michnik es un ejemplo de dignidad, honradez y coraje que refuerza la fe en el ser humano, tantas veces resquebrajada por otros caracteres, conductas y biografías, sean éstas nove-ladas o no.- .
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