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EL MÉDICO EN CASA

Buceadores y surfistas, prudencia

El deporte del buceo, según dicen los que lo practican, no tiene parangón en emociones ni en belleza. Pero también es peligroso; por eso sus reglas son muy estrictas. Nadie debería atreverse a hacer submarinismo sin haberse preparado para ello, lo que implica asistir previamente a cursos, en los que, monitores especializados, enseñan a actuar. La formación y el respeto a las reglas, el conocimiento del medio, la preparación física y el disponer de un material adecuado son la base para practicar este deporte sin llegar a correr demasiados riesgos; aún así, un simple descuido, puede ser fatal. El traje de neopreno (imprescindible) evita los calambres. Pero la precaución mayor del buzo ha de ser el respeto, en todo momento, a los niveles de profundidad del mar. Si lo hace así, evitará los barotraumas pulmonares, que se producen como consecuencia de un descenso rápido, y los neumotórax, embolias gaseosas o neumopericardio, que ocurren a causa de una ascensión ejecutada con prisa. El tiempo de inmersión hay que controlarlo al máximo. Los practicantes de otros deportes en el mar, como los surfistas, también corren sus riesgos. El sentido del equilibrio y una buena forma física serán sus mejores aliados. El surf se aprende poco a poco; arriesgar más de lo necesario es una temeridad. Los accidentes más comunes que padecen los surfistas son las fracturas, las luxaciones, los traumatismos en la mandíbula, las lesiones oculares y los traumatismos craneales y de columna.

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