Zaplana desea que el Consell sea "compacto" y no dé cabida a los "proyectos personales"

Un Consell "compacto" en el que no caben los "proyectos personales". El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana hizo hincapié en estas dos cuestiones tras asistir en la mañana de ayer a la toma de posesión de los nuevos miembros de su Gobierno, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat. El líder popular pidió a los nuevos consejeros "esfuerzo y trabajo", con un solo objetivo: "Beneficiar a los ciudadanos". Zaplana aseguró que no tiene "la más mínima ambición" de dedicarse a otra cosa que no sea el Consell. "Descarto cualquier otra posibilidad", afirmó.

El Consell más numeroso de la historia inició su andadura en la mañana de ayer. Los dos vicepresidentes y los 10 consejeros tomaron posesión de sus cargos antes de asistir al primer pleno del Gobierno de esta legislatura, que tuvo carácter protocolario. El hasta ahora consejero de Presidencia, José Joaquín Ripoll, dio lectura a los decretos publicados ayer en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana en los que se comunicaba el cese del equipo saliente y el nombramiento del entrante. A continuación, los miembros del nuevo Consell prometieron o juraron el cargo. El propio Ripoll, vicepresidente segundo, fue el primero: prometió en valenciano, lo mismo que el titular de Obras Públicas, José Ramón García Antón; el de Cultura, Manuel Tarancón; y el de Empleo, Rafael Blasco. El consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, prometió en castellano, lo mismo que la nueva titular de Bienestar Social, Carmen Mas. Todos los demás juraron el cargo y utilizaron la fórmula protocolaria redactada en valenciano: José Luis Olivas (vicepresidente primero), Vicente Rambla (Hacienda), José Emilio Cervera (Sanidad), Fernando Castelló (Industria), María Ángeles Ramón-Llin (Agricultura) y Serafín Castellano (Justicia). En el abarrotado Salón de Cortes del Palau de la Generalitat, el presidente Zaplana tuvo un recuerdo para los consejeros salientes y se dirigió a los miembros de su nuevo Consell para exigirles "esfuerzo y trabajo" con un solo objetivo: "Beneficiar a los ciudadanos" y mejorar su calidad de vida, desde la búsqueda del "mayor consenso posible" en todas sus decisiones, sin caer en el error de sentirse "conformes" ni "satisfechos". "No podemos defraudar bajo ningún concepto a los ciudadanos", dijo Zaplana, que recordó en este sentido que en las elecciones autonómicas del 13 de junio los populares obtuvieron el respaldo y el "aval" de "más de un millón de ciudadanos" que confiaron en sus propuestas. Previamente, el presidente había mostrado su deseo de que el nuevo Ejecutivo valenciano sea un equipo "compacto" y les advirtió: "Aquí no caben proyectos personales, aquí estamos todos para hacer política al servicio de los ciudadanos". Zaplana añadió que "lo contrario sería sin duda ruin y no estaría a la altura de nuestro pueblo". No quedó claro si la advertencia que hizo en su discurso sobre los "proyectos personales" incluía al propio Zaplana. Pero después, al ser abordado por los periodistas, que le preguntaron acerca de su futuro, y en concreto sobre la posibilidad de que haya configurado el nuevo Consell como una plataforma para su salto a la política nacional, el presidente se manifestó de forma clara: "No tengo nada más que hacer que dedicarme por entero a dirigir el Gobierno valenciano", dijo el líder popular, quien añadió que ese análisis "lo hacen quienes piensan que Madrid es más importante que la Comunidad Valenciana", un análisis que incluso se puede entender como un "halago" hacia su persona pero que, aseguró, no es correcto. "No tengo la más mínima ambición de dedicarme a otra cosa, descarto rotundamente cualquier otra posibilidad, es mi compromiso electoral y mi único deseo es irme por la puerta grande", recalcó. Pero, ¿a dónde da esa puerta grande por la que aspira a salir dentro de cuatro años? Zaplana dio una respuesta matizada: "La puerta grande puede ser exclusivamente el retiro". Un puede que dejaba abierta otra puerta, ésta de tamaño variable: "Se puede ser senador, diputado, o simplemente abogado", dijo el presidente, quien apuntó otra posibilidad: "Puedo hacer un papel a mi partido". Tras el acto protocolario los miembros del Consell acudieron a las sedes de sus respectivas consejerías y posteriormente regresaron al Palau de la Generalitat para almorzar con el presidente e iniciar de inmediato el trabajo para poder nombrar la próxima semana los cargos del segundo escalón en un pleno que se celebrará el miércoles o el jueves.