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El nuevo alcalde de Estepona advierte de que no habrá "vendetta" contra el equipo de Gil Marín

El pacto de cuatro partidos para desbancar al Grupo Independiente Liberal (GIL) de la alcaldía de Estepona se ha consumado. Los 12 concejales del PSOE, PP, IU y PA votaron ayer al socialista Antonio Caba para terminar con los cuatro años de mandato de Jesús Gil Marín y cumplieron así el principio de acuerdo suscrito antes de las elecciones del 13 de junio. El nuevo alcalde anunció una legislatura sin revanchismo político hacia la oposición y su primera medida: la fiscalización de las cuentas municipales. Los ediles del GIL se abstuvieron en la votación.

"Que nadie quiera ver un atisbo de vendetta política. Esperamos contar con una oposición que nos facilite la labor de fiscalización", manifestó Caba tras su nombramiento. Cerca de 350 personas abarrotaron el salón de plenos y otras 400 siguieron la sesión en el exterior, para aclamar tanto a su nuevo alcalde como a los partidos políticos que han hecho posible el pacto antiGil. Ovacionaron a cada uno de los concejales y gritaron: "Ha triunfado la democracia". Los seis concejales del PSOE, los cuatro del PP, el del PA y el de IU mostraron al público su voto para que no hubiera lugar a dudas de cuál había sido su opción. En cambio, seis de los nueve ediles del GIL se abstuvieron y el resto votó en blanco. "Es la forma más correcta, honesta y elegante de expresar nuestra disconformidad. Este posicionamiento entre tantos partidos no es la voluntad del pueblo, pero como es absolutamente legal, debemos asumirlo", explicó Gil Marín tras finalizar el pleno. Ilusión El nuevo alcalde quiso terminar con los augurios de inestabilidad política y de posible pérdida de inversiones que en los últimos días se han vertido desde las filas del GIL. "Somos gente con capacidad e ilusión y vamos a entrar en una nueva etapa de trabajo, donde el desarrollo sostenible y la transparencia de la gestión pública van a ser compatibles", aseguró Caba. Gil Marín, por su parte, no quiso perder la oportunidad de intervenir y mostró su agradecimiento a los ciudadanos por la confianza, a pesar de que ha perdido tres concejales. También deseó suerte al nuevo equipo de gobierno. "Espero que Estepona pueda seguir escribiéndose con mayúsculas", aseguró el ex alcalde, quien advirtió que afrontará su labor en la oposición "con ilusión". El nuevo equipo de gobierno tuvo oportunidad de demostrar su estabilidad. Caba dio un golpe de efecto y, tras levantar la sesión, convocó un pleno con carácter urgente para nombrar los consejos de administración de dos sociedades municipales, Control Contable y Control Servicios 21. El resultado: 12 votos a favor y de nuevo una abstención por parte de la ahora oposición. Otros tres ayuntamientos malagueños celebraron ayer el pleno de constitución de su nueva corporación municipal debido a los distintos recursos presentados, ninguno de los cuales ha prosperado. La sorpresa saltó en Periana, donde los concejales de IU incumplieron el acuerdo con el PSOE suscrito por las direcciones nacional y regional de ambas formaciones. Los tres concejales de IU utilizaron su voto para arrebatar la alcaldía al PSOE, partido que fue el más votado en las elecciones. Pese a ser la formación con menos votos de las tres que se presentaron en Periana, el candidato de IU, Juan Peñas, fue investido alcalde con el apoyo de los tres concejales del PP. Peñas justificó así la actitud de IU: "Estábamos hartos de ser muleta de los socialistas, y ya nos llegó el momento". Periana es el cuarto municipio malagueño donde IU pacta contra el PSOE, en tanto que en otros dos se da la situación inversa. En Fuengirola en cambio todo transcurrió según el guión y la popular Esperanza Oña fue investida alcaldesa con mayoría absoluta por segunda vez consecutiva. La alcaldesa reiteró en el pleno de forma oficial el compromiso que ya había anunciado durante la campaña electoral de no volver a presentarse a unas elecciones municipales. También fue reelegido el alcalde de Benahavís, Antonio Mena (PP), gracias al voto de los cinco concejales populares. Los dos ediles del PSOE y el único del GIL votaron sus propios candidatos, en tanto que el del PA optó por la abstención.

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