DEL HOTEL AL CONVENTO

María Luisa de Angelis, de 61 años, propietaria de diversos hoteles e inmuebles en Roma, se ha convertido en sor María Luisa de Jesús, una más de las hermanas que desde hace unos días habitan en el convento de las carmelitas descalzas de Belén. Esta rica hotelera italiana ha decidido dejar el mundanal ruido de los negocios y la cómoda vida que llevaba con su marido, sus tres hijos y sus cuatro nietos y cambiarlo todo por una celda de clausura. María Luisa sintió la llamada de la vida espiritual hace diez años en una peregrinación a Lourdes. Hasta 1997 fue madurando la idea, que le condujo hasta el convento romano de Sant Giuseppe para hacer el noviciado, tras obtener la dispensa matrimonial. Una dispensa que formalmente presentó al Papa su marido y que le permitió ser acogida, tras el correspondiente voto secreto, por las 20 carmelitas de Sant Giuseppe. Ante lo insusual de la medida, los medios de comunicación la asediaron hasta saltar los muros de la clausura. Entonces decidió poner tierra de por medio para poder vivir libremente su tardía vocación. Hace unos días, su marido y sus hijos le acompañaban en Belén en la toma de los hábitos, que le llevaban a abandonar su agitada vida social y, vestida con la túnica, el escapulario marrón y la capa blanca de santa Teresa de Ávila, a hacer suyos los votos de silencio, pobreza y abstinencia.- , -