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La Comunidad ofrece la adopción de niños españoles tras un parón de cuatro años

Amaya Iríbar

La Comunidad de Madrid ha decidido admitir nuevas solicitudes para la adopción de niños españoles, después de cuatro años en los que esta posibilidad ha estado bloqueada por el exceso de demanda. Desde ayer y durante los próximos tres meses, los interesados en adoptar un menor pueden presentar su solicitud en el Instituto del Menor y la Familia (Gran Vía, 14).En 1998 fueron adoptados 64 de estos niños, cuyas nuevas familias esperaron una media de siete años para adoptarlos. La decisión de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social no responde a un aumento del número de menores susceptibles de ser adoptados, sino a que la lista de solicitantes está a punto de agotarse.

El Gobierno regional decidió en junio de 1995 no admitir nuevas peticiones para adopciones nacionales a la vista de que disminuía el número de niños adoptables y se acumulaban las solicitudes. De 1990 a 1995 quisieron adoptar un menor español 2.448 madrileños. En ese periodo, sólo fueron adoptados 463 menores. La lista de futuros padres aumentaba cada año -540 en 1990, 476 en 1991, 565 en 1992- mientras los niños disponibles disminuían: 121 en 1990, pero sólo 49 en los dos últimos años del lustro.

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Siete años de espera

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Los padres que hoy están concluyendo sus procesos de adopción nacional formalizaron su solicitud ante el organismo madrileño en 1992, lo que supone una espera de siete años. Este periodo de tiempo contrasta con el de dos años como máximo, que según los datos del IMMF tarda en formalizarse la adopción de un niño extranjero.Las filas de la adopción internacional han engrosado en los últimos años, en parte porque sus procesos son más cortos y en parte por el bloqueo que ha sufrido la adopción de niños españoles, reconoce Esperanza García. Y eso que, frente a la gratuidad de la adopción de nacionales, un procedimiento en otro país puede costar hasta dos millones de pesetas.

El año pasado, 680 madrileños solicitaron al organismo que dirige García tramitar adopciones en algún país extranjero, 165 más que en 1997. Y por esta vía llegaron a Madrid 359 menores en 1998.

La orden de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social, firmada por la anterior responsable, Rosa Posada, el 8 de julio, explica la razón de la nueva convocatoria. El número de niños disponibles se ha mantenido estable en los últimos años, pero el de familias registradas dispuestas a recibirlos "ha disminuido considerablemente".

El objetivo de la medida es, pues, ampliar la lista de espera, "a fin de que ningún menor susceptible de adopción tenga necesidad de esperar a efectuar la selección correspondiente". Se trata, pues, de "tener al día" la lista de futuros adoptantes para que el ritmo se mantenga como hasta ahora, reconoció la directora gerente del IMMF.

Pero aquellos que se beneficien de esta nueva convocatoria pública también tendrán que esperar. Si su ofrecimiento es aceptado, lo que supone el reconocimiento por parte de la Administración de que son aptos para adoptar, entrarán a formar parte del registro de familias para la adopción nacional "sin que suponga en ningún caso la constitución de derecho alguno" en la adopción.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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