La Generalitat califica de gamberrada el incendio racista de Banyoles
La Generalitat de Cataluña intentó ayer calmar sus ánimos con declaraciones tranquilizadoras, pero los inmigrantes africanos en Terrassa (Barcelona) y Girona continúan asustados por los atentados racistas. El consejero de Gobernación, Xavier Pomés, afirmó que el incendio provocado en un piso de la localidad gerundense de Banyoles fue "una gamberrada". Por el contrario, el cónsul de Gambia expresó su temor a nuevos ataques.
El consejero catalán de Gobernación, Xavier Pomés, precisó "que el que sean gamberros [los provocadores del incendio en un piso de Banyoles] no quiere decir que sean tontos porque saben que una actuación así tiene una notoriedad muy grande". En el mismo resultaron heridas tres mujeres de Gambia al saltar por el balcón huyendo de las llamas. El fuego se inició a causa del lanzamiento de botellas de líquido inflamable en la escalera del edificio. Horas después, unos jóvenes también quemaron la puerta de una mezquita de Girona.Pomés calificó ayer como un simple "incidente" este último hecho y negó que existiera ninguna relación con el incendio de Banyoles y mucho menos con las agresiones racistas ocurridas en la localidad barcelonesa de Terrassa durante la semana pasada. Según el consejero, los Mossos d"Esquadra, la policía responsable del orden público en Girona, creen que los autores de estas agresiones no pertenecen a grupos organizados ni de skins.
"Son hechos aislados que han coincidido en el tiempo y que no se deben minimizar, pero tampoco magnificar", afirmó Pomés. En su opinión, si no hubiesen sido africanas, las víctimas no habrían tenido tanta resonancia social. "La línea de investigación que siguen los Mossos d"Esquadra no es la de la xenofobia, aunque esos hechos se califiquen luego así", afirmó. El consejero anunció que la Generalitat y el Ayuntamiento de Banyoles trabajarán conjuntamente para garantizar la seguridad de todas las personas, al margen de su procedencia, y mantener la convivencia. En esa labor, dijo, se pondrán todos los medios necesarios y reclamó "que nadie busque fisuras ni haga una utilización partidista de los hechos", en referencia implícita al candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, quien la semana pasada achacó a la política del Gobierno autónomo los incidentes racistas de Terrassa.
Pomés anunció también que hoy mismo se reunirá el Consejo Asesor de la Inmigración, un organismo dependiente del departamento de Bienestar Social de la Generalitat que hace casi un año que no celebra ninguna reunión.
El consejero acudió ayer al Ayuntamiento de Girona, donde estuvo reunido media hora con el alcalde, Joaquim Nadal, y posteriormente se desplazó a Banyoles, donde mantuvo otro encuentro con su regidor, con el cónsul de Gambia en Cataluña, Juan Antonio del Moral, y con representantes de la comunidad africana que vive en Banyoles, compuesta por unas mil personas. Entre ambos encuentros, Pomés acudió al hospital Josep Trueta, de Girona, para visitar a una de las tres mujeres heridas en el incendio, que se fracturó los dos brazos y se rompió varios dientes al saltar desde el balcón de su vivienda, en una segunda planta.
A la salida de la reunión, Del Moral elogió las buenas palabras de las administraciones respecto a erradicar cualquier actitud racista, pero censuró que no hayan actuado hasta ahora. "Parece que no sepan o no quieran saber que aquí existía una semilla de la que ha brotado este ataque, ya que resulta inimaginable que durante años se estuviera exponiendo un negro disecado en Banyoles como si tal cosa", explicó.
Gestos políticos
El cónsul de Gambia recordó también que, "en política, los gestos son importantes y hoy con nosotros no han tenido ninguno". En este sentido, recordó que la Generalitat y el Ayuntamiento rechazaron la propuesta que realizaron los representantes de la población africana de celebrar un acto contra el racismo en Banyoles.Del mismo modo, Del Moral censuró que, al finalizar la reunión, las autoridades catalanes no les ofreciesen la posibilidad de participar en una rueda de prensa que se había convocado en la sala de plenos.
Mientras tanto, la comunidad africana de Banyoles mostró ayer su preocupación por los ataques y recordó que el pasado sábado ya se prendió fuego a un contenedor de basuras frente a la mezquita en la que se reúnen cinco veces al día para rezar. Se trata de un local situado en unos bajos que funciona desde hace nueve años a la espera de licencia municipal y que los vecinos que no son africanos pretenden desde hace unos días que se traslade.
La petición de ese traslado, para la que incluso se han llegado a recoger firmas, coincidió en el tiempo con el inicio de los incidentes racistas de Terrassa. Los africanos admiten que en algún momento del día se pueden llegar a juntar hasta 80 personas y reclaman que el Ayuntamiento les ceda un local, como si fueran una entidad más, para hacer otra mezquita.
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