Los nuevos proyectos revitalizan la idea de crear un eje cultural en el centro de Valencia

La idea surgió hace años, siendo alcalde el socialista Ricard Pérez Casado. Consistía en crear un eje cultural en el centro de Valencia que debía discurrir por la línea que forman la calle Guillem de Castro y la vía paralela al viejo cauce del Turia. La construcción del IVAM y la rehabilitación y ampliación del Museo de Bellas Artes serían los dos hitos de este espacio cultural que en los últimos años se ha revitalizado con la edificación del Museo Valenciano de la Ilustración o los más recientes proyectos de crear un foco cultural en el barrio de Velluters.

Las Torres de Quart y las Torres de Serrano y los restos de la muralla árabe serían, en esa línea imaginaria, los referentes históricos. Pero el ámbito que abarcan los nuevos proyectos urbanísticos, que pueden ser muy discutibles pero todos comparten sobre el papel el carácter cultural, se extiende prácticamente a toda la Ciutat Vella. El caso antiguo de la ciudad está empezando a experimentar un profundo cambio con la aprobación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Barri dels Velluters y la puesta en marcha del plan europeo Urban que supondrá un inversión de 5.500 millones de pesetas gestionado por la Oficina RIVA de la Generalitat. Esponjar, rehabilitar y rejuvener la población de una zona muy deteriorada son los principales objetivos. En el señalado Pepri se contemplan diversas áreas para uso dotacional, educativo y cultural. En concreto se prevé la instalación de la Escuela de Diseño y de un conservatorio. Además, recientemente el Ayuntamiento ha aprobado, a falta del estudio de las alegaciones y el diseño definitivo, una modificación del anterior plan con el propósito de generar una nueva zona de uso cultural y esparcimiento. Este proyecto, encargado al estudio de arquitectos Vetges Tu por la empresa municipal Aumsa, consiste en abrir a los ciudadanos la manzana cerrada que forman las calles de Quart, Rey Don Jaime, Murillo y Palomar y crear una plaza ajardinada y un aparcamiento en el subsuelo. Se prevé la posibilidad de expropiar el abandonado Teatro Princesa para levantar un centro multiusos cuya actividad cultural se uniría a la del Teatro Cinema Valencia, actualmente cerrado pero cuyos propietarios, Studio SA, están en negociaciones con la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, para su reapertura. El Muvi se retrasa Si finalmente se desarrolla este proyecto, del que ya se habló hace años y para el que se necesita una fuerte inversión, el eje cultural, que se inicia en el Museo Valenciano de la Ilustración (Muvi), continuaría a través del barrio de Velluters, llegaría a la Beneficència y al IVAM y de ahí pasaría al Museo del Siglo XIX, cuyas obras ya se han iniciado en el antiguo convento del Carmen, próximo al Museo de Bellas Artes. El Muvi tenía que haberse inaugurado el pasado mes de mayo, pero los obreros continúan trabajando y aún no hay fecha de inaugaración. Además se ha de reestructurar el jardín anexo. No obstante, ya se ha iniciado la instalación de una parte de su contenido. Tampoco hay que olvidar los planes de crecimiento del IVAM, al margen de la ampliación ya iniciada de la actual planta del edificio. Se pretende realizar el proyecto original de cubrir toda la manzana sobre la que se asienta, expropiando las casas colindantes. Está previsto incluir en el presupuesto del 2000 una partida para acometer el inicio de este proyecto que, sobre el papel, estimularía la rehabilitación de una de las zonas del barrio del Carmen más olvidadas si finalmente se abre el museo por su parte posterior. El Muvi, el IVAM y el Museo de Bellas Artes vertebran esa línea cultural cuya proyección, sin embargo, se entiende hasta otro edificio emblemático, como es la plaza de toros. Frente a ella, precisamente, está ubicado uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura racionalista valenciana, el antiguo cine Capitol, que hace años cerró sus puertas. La Filmoteca de la Generalitat pretende cambiar de instalaciones, actualmente constreñidas en el Teatro Rialto, y ampliar sus servicios. Para ello ha pensado en recuperar el Capitol, pero sus propietarios, la familia Pechuán, exhibidores de cine, se resisten a vender la propiedad, protegida por su valor histórico, y ofrecen un contrato de alquiler muy elevado. En consecuencia, la Filmoteca, en colaboración con la dirección de Promoción Cultural, está buscando un edificio alternativo también ubicado por la misma zona. También en el distrito de Ciutat Vella está a punto de concluir un ambicioso proyecto que convertirá la histórica sede de la Universidad de Valencia, en la calle de la Nave, en un centro irradiador de cultura con la organización de exposiciones de sus ricos fondos artísticos y numerosos actos multidisciplinares. Entre los planes municipales se encuentra la ampliación a toda la manzana del Museo de la Ciudad, emplazado a pocos metros de una de las salas de exposición más atractivas de la ciudad, el antiguo granero de L"Almodí. Si finalmente se llevan a cabo todos los planes previstos se reforzará el ya marcado acento cultural y de esparcimiento del centro histórico, que sigue perdiendo habitantes al tiempo que los complejos de ocio de las afueras de la ciudad ganan visitantes. No obstante, también se está construyendo cerca de la plaza del Ayuntamiento un gran centro de multicines dondo se asentó el cine Lys. Frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), Ciutat Vella presenta una oferta más dirigida a las artes plásticas, al teatro y al cine, pero sus proyectos de futuro, que pasan por rehabilitar completamente sus edificios y viviendas para atraer gente y no convertirse sólo en un distrito sin vida, no cuentan con el mismo respaldo financiero que Cacsa.