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El PSOE quiere un pacto de Estado autonómico que refleje el nuevo mapa electoral tras el 13-J

Luis R. Aizpeolea

El PSOE, reforzado tras la redistribución del mapa autonómico y municipal surgido del 13-J y los pactos poselectorales, quiere ofrecer al Gobierno un pacto de Estado en materia autonómica, abierto a los partidos nacionalistas y regionalistas y que podría cerrarse tras las vacaciones. El secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, estima que el pacto debe abordar el nuevo modelo de financiación, estabilizar el desarrollo competencial, la reforma del Senado como Cámara territorial y la participación de las autonomías en la Unión Europea.

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El secretario de Política Autonómica del PSOE valora que el mapa municipal y autonómico ha variado tras el 13-J y los pactos poselectorales y ahora muestra un reequilibrio de fuerzas. El PSOE va a gobernar en cinco comunidades autonómas y es muy probable que lo haga en una sexta, Aragón, frente a las tres que controlaba en la anterior legislatura. El PP sólo gobernará en ocho frente a las once de los últimos cuatro años y los nacionalistas mantienen tres gobiernos: el de CiU en Cataluña; PNV, en el País Vasco, y Coalición Canaria (CC), apoyada por el PP, en las islas.Con esas nuevas condiciones, Ramón Jáuregui estima que el Gobierno debe tener en cuenta la propuesta del primer partido de la oposición, cuya finalidad es "recuperar la iniciativa política en materia autonómica ante los nacionalistas". El anterior intento de los socialistas de alcanzar un acuerdo en esta materia, formulado hace un año cuando el PSOE presentó su Manifiesto Autonómico, resultó fallido. El Gobierno que preside José María Aznar rechazó el pacto de Estado al otorgar primacía a su relación bilateral con sus socios nacionalistas vascos, catalanes y canarios.

Los socialistas no ocultan tampoco que sus nuevos compromisos con regionalistas y nacionalistas les apremian a relanzar la oferta de pacto autonómico. A su acuerdo en la Junta de Andalucía con el Partido Andalucista (PA) tienen que añadir ahora los que han cerrado con los partidos regionalistas y nacionalistas baleares, con los regionalistas del Partido Aragonés (Par), en Aragón y, a escala municipal, con los nacionalistas del Bloque Nacionalista Galego (BNG).

El PSOE admite que su discurso autonómico durante esta legislatura ha tenido un fuerte acento del sur, al ser Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha las únicas comunidades en que gobernaban tras los comicios de 1995. De hecho, la voz que más se ha oído en estos últimos cuatro años cada vez que se sacaban a colación asuntos autonómicos ha sido la del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, con su permanente reclamación de la unidad territorial de España.

Ahora hay un matiz. "No renunciamos al discurso de la defensa de la unidad constitucional de España, sobre todo cuando ha habido un fuerte pronunciamiento nacionalista de signo soberanista, como fueron las declaraciones de Barcelona, en junio del año pasado, y la de Lizarra, en septiembre. Pero creemos que también hay que reconocer la heterogeneidad de las comunidades autonómas, tal y como refleja el título VIII de la Constitución", señala Jáuregui.

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El secretario de Política Autonómica estima que, precisamente, la oferta del PSOE pretende devolver a los partidos nacionales la iniciativa perdida en favor de los partidos nacionalistas. En su opinión, el Gobierno y el PSOE deben recuperar la relación bilateral en materia autonómica, rota desde hace un año, y, posteriormente, extenderla a nacionalistas y regionalistas. Jáuregui confesó ayer que no ha mantenido ninguna reunión con el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, nombrado en enero. Su único contacto, el pasado viernes, fue circunstancial y con motivo de la toma de posesión del presidente de Castilla La Mancha, José Bono. El pacto que los socialistas ofrecen al Gobierno del PP trata de abordar "el desarrollo del modelo del Estado, en la idea del autonomismo constitucional". Se concreta en un pacto conjunto sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, con la cesión de una cesta de impuestos con los impuestos especiales como base, en paralelo al debate que iniciará la comisión delegada del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) al regreso del verano.

El impulso de la reforma del Senado como Cámara territorial es otra pieza clave del pacto. Jáuregui propone la revitalización de la ponencia de reforma de la Cámara, bloqueada desde hace más de un año.

La culminación del desarrollo competencial, con un esfuerzo especial en traspasar poder a las ciudades desde las comunidades autónomas es otra de las piezas del pacto que propone el PSOE. El otro asunto clave es acordar una fórmula para la participación de las comunidades en las instancias europeas, incluido el Consejo de Ministros de la UE.

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