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'Creo que ETA no volverá a matar'

Habla evitando la solemnidad, pero consciente de que lo que va a decir nunca lo ha manifestado públicamente. No busca espacios de silencio, porque no escurre el bulto a la hora de mojarse en los temas más espinosos. Se queja, amablemente, del tercer grado al que, voluntariamente, se ha sometido. Pregunta. ¿Cree que los accionistas de su banco, del BBV, tienen derecho a exigirle autonomía frente al poder político? Respuesta. Lo que sí creo, firmemente, es que una empresa, un banco en este caso, tiene que ser independiente respecto del poder político. Sencillamente, porque tenemos responsabilidades diferentes. P.En el mundo financiero es usted un respetable peso pesado. Pero quizás para mucha gente de a pie sea usted un "poderosos desconocido" que no consigue liberarse de algunos clichés... ¿Es usted un vasco metido a banquero o un banquero español de origen vasco? R.Yo soy un profesional que he trabajado durante toda mi vida en un banco con sede social en el País Vasco, pero que, ya desde ha muchísimos años, es un banco de implantación nacional. Ahora ya es un banco español que ha traspasado esa frontera para ser un banco de proyección internacional. La ubicación geográfica es más un referente de tradición y de nostalgias que de planteamiento empresarial, que es ya multinacional... P.Me gustaría saber si esa imagen de "banco vasco" le incomoda o le gratifica y si le ha beneficiado o perjudicado al BBV. R. Hemos llevado toda la vida el nombre de Bilbao Vizcaya a nuestras espaldas, y lo hemos llevado con muchísimo orgullo. A lo largo de muchísimos años la clientela nos conoce, y sabe lo que somos. Y eso no nos ha creado ningún problema nunca. P. En cualquier caso, la presidencia de un banco como el BBV, junto con muchos empresarios, ha sido determinante para evitar que la economía de un país tan castigado como el País Vasco se fuera a pique, ¿no? R. Nosotros hemos apoyado, desde al País Vasco, un proceso de industrialización de toda España hecha por vascos. Nos hemos instalado en todas partes, apoyando la industrialización de España y, desde luego, la del País Vasco, que ha sido siempre un país próspero, con buenos empresarios, y al que yo veo hoy con un claro optimismo de cara al futuro. Es cierto que hemos tenido problemas que todavía están presentes que han habido épocas mejores y peores, pero insisto en que yo soy optimista y que el BBV va a estar en ese proceso de apoyo, como en toda España. P.Supongo que usted debe conocer, mejor que nadie, las razones por las cuales los empresarios, al menos una buena parte, hayan seguido apostando por el País Vasco, incluso en los momentos más duros... R. Porque el empresario lleva su vocación metida en el cuerpo, y si tiene espíritu empresarial, trabajará en cualquier circunstancia, por difícil que sea. Quizás, en algún momento, podrá reducir su ritmo de trabajo o de inversión, pero... P. Pero usted sabe también que hay empresarios que han abandonado el País Vasco por miedo o por desesperanza. ¿Usted les aconsejaría que volvieran ahora? R. Yo creo que se han marchado pocos. Respetando absolutamente a aquellos que han tomado esa decisión, yo creo que son pocos y, por tanto, no son significativos. El País Vasco está en una fase de desarrollo que está creciendo a ritmos superiores a la media. Por tanto, creo que hay claramente ciertos elementos de referencia para pensar que se puede y se debe apostar por el País Vasco. En cualquier caso, yo les diría a los empresarios que en este momento hay claros motivos para el optimismo: se ha producido una tregua de ETA, se ha producido una tranquilización, y yo quiero y deseo que eso sea precisamente un signo positivo de cara a una total normalización, que es lo que necesitamos. P. Sin duda, pero, de momento, estoy segura de que a mucha gente le va a interesar, y mucho, conocer su reflexión personal respecto al futuro inmediato del País Vasco, a la vista de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas... R. Lo que han puesto de relieve las últimas elecciones es una realidad que ya conocíamos: la gran pluralidad del País Vasco, una comunidad en la que están representadas, plenamente, todas las ideologías, pero en la que ninguna es determinante. Le diré que, para los que vivimos allí, no ha sido ninguna sorpresa, sino una constatación, y, para los que querían el papel de exclusividad, el resultado de las elecciones constituye una invitación al realismo y a la humildad. El poder político ha resultado muy fraccionado, y los pactos y alianzas, que tan vivos estuvieron en los últimos años, tienen que recabar su función de protagonistas. Yo creo que en Euskadi, sin consenso, la vida política será muy difícil, aunque la vida de la sociedad es otra cosa. Yo pienso que debajo de la tensión política hay una sociedad que mantiene la calma, y una economía vibrante, y un sentimiento de optimismo moderado, pero creciente... P.Usted afirmaba antes que quedan pasos que dar todavía para consolidar ese futuro tan complejo. ¿Cuáles son esos pasos? R. Lo primero que tenemos que valorar es que se ha dado el gran paso, que se ha conseguido una tregua, que llevamos un largo tiempo, ya, en el que han desaparecido las armas. Pero hay que acabar de conseguir una convivencia pacífica, absoluta en el País Vasco. Yo pediría a los políticos paciencia para no acumular en un espacio de tiempo demasiado corto muchas decisiones importantes. En concreto, creo que no se debería mezclar el proceso de paz con las grandes decisiones sobre el futuro del país; porque pienso que, para tratar decisiones muy trascendentes, se requiere una discusión seria, una convivencia plenamente pacífica, en la que todos puedan exponer todos los puntos de vista de manera prolongada y sin temor de ninguna clase. Esas condiciones no se dan ahora ni se darán mañana ni pasado. Cuando se den esas circunstancias sería el momento para reabrir el debate sobre el futuro del país...

LOS ESFUERZOS POR LA PAZ

P.¿Está pensando usted en un horizonte de independencia del País Vasco? R.Yo no entiendo, ni creo conveniente, un País Vasco separado de España; sin embargo, creo que existen en Euskadi tendencias centrífugas que hay que tener en cuenta y que, en el futuro, el diálogo integrado de esas tendencias será fundamental. P.¿Cree que ETA ya no volverá a matar? R.Yo creo que ETA no volverá a matar. Lo creo y lo espero fervientemente. P.En su opinión, ¿quién ha ganado la batalla contra el terrorismo? ¿La ciudadanía, los gobiernos...? R.Yo creo que esa batalla se ha ganado entre muchos, la ciudadanía ha demostrado claramente su rechazo absoluto de la violencia, y lo ha hecho de tal forma que no ofrece dudas. Pero también los gobiernos, de un lado y de otro, de España y del País Vasco, cada uno a su manera, han puesto su esfuerzo para conseguir esa paz. También creo que se ha producido un claro agotamiento por parte del movimiento terrorista. P.Habla usted de "los gobiernos"... ¿Cree que un gobierno exclusivamente nacionalista puede perjudicar la estabilidad política del País Vasco? R. A mí, personalmente, me parece que ha sido positiva la cohabitación en el Gobierno vasco de partidos de distinta orientación, pues eso refleja la pluralidad. De todas formas, las opciones políticas, las combinaciones, son bastantes y todas pueden ser posibles. De hecho, ahora se están produciendo acuerdos, a todos los niveles, para dar solución a los problemas, buscando fórmulas prácticas en un clima de convivencia. P. No quisiera que dejáramos la cuestión del País Vasco sin hablar del PNV y sin que me explicara por qué ha cuajado esa leyenda respecto de una cierta connivencia entre el Partido de Arzalluz y el BBV... R. Nosotros, el BBV, no aceptamos ningún tipo de connivencia política ni con el PNV ni con ningún otro partido político. Dialogamos con el PNV, que tiene, por cierto, su sede cercana a la nuestra, y tenemos puntos de reflexión común y puntos de diferencia. Mantenemos con ellos un diálogo abierto y sincero, y confiamos en que eso aporte elementos positivos para todos. Yo diría que las relaciones con el PNV no son fáciles, aunque sí son fluidas. P.Del PNV ¡se han dicho tantas cosas! ¿Qué diría usted si tuviera que calificar su actuación en los últimos 20 años? R.Yo creo que el PNV es un partido político que ha defendido sus criterios, perfectamente legales, y lo ha hecho con su máximo entusiasmo que, personalmente, respeto. Yo creo que hay que admitir la pluralidad de criterios y que los criterios de un partido nacionalista son perfectamente planteables. Yo creo, sinceramente, que en esta última época hay que agradecerle al PNV los esfuerzos que ha hecho, en la parte que le corresponde, para conseguir la tregua. Después, puede que hayan hecho otros movimientos que, quizás, sean más discutibles. P.Me gustaría conocer su opinión acerca de Arzalluz... ¿Usted cree que se ha demonizado con razón al presidente del PNV? R.La verdad es que no compartimos muchas ideas. Pero creo que es un político de una extraordinaria personalidad, con una gran capacidad de liderazgo. Yo le considero un político de una gran altura, que siempre ha tenido un objetivo muy claro, aunque haya ido por caminos que, a veces, no se han entendido por parte de la opinión pública: contribuir, decisivamente, al proceso de paz. Arzalluz ha sido un elemento importante en la consecución de la tregua de ETA. P.¿Usted cree que un PNV sin Arzalluz se deslizaría hacia un mayor radicalismo? R.No lo creo. Aunque no sé quiénes serían sus nuevos dirigentes, pienso que lo lógico es que todos tendamos a ponernos en una posición más dialogante. Y, bueno, yo pienso que el día en el que Arzalluz deje la dirección del PNV, desde luego se le echará de menos, porque habrá dejado un recuerdo importante en el País Vasco, aunque haya sido enormemente discutido. P.No sé si a usted le quita el sueño la crecida de EH. ¿Le preocupa la posibilidad de que un día llegue a ser un referente mayoritario en el nacionalismo vasco? R.En su posicionamiento actual, sí. Pero yo creo que las posiciones de EH se irán atemperando... Y estoy convencido de que es bueno que una parte de los votantes vascos, tan importante, se incorpore a la democracia; eso es positivo y deseable. Hay que confiar en que a partir del momento en que salgan del gueto adoptarán posturas de diálogo. P.Vamos a cambiar de tercio, vamos a hablar de España, y de cómo la ve un banquero que apuesta fuerte en Europa. ¿Usted cree que la derecha que nos gobierna también está haciendo esa apuesta? R.Sin duda que los que tenemos que viajar con frecuencia vemos que España es mucho más respetada y reconocida a todos los niveles de lo que era hasta hace muy pocos años... Y, bueno, una parte se deberá al aporte que ha hecho el PP como Gobierno actual de España. Creo, sinceramente, que ha mejorado nuestra capacidad de interlocución, sin perjuicio de la valoración que podamos hacer en negociaciones concretas. Yo creo, además, claramente, que el esfuerzo económico que se ha hecho en los últimos años nos ha situado en un mejor nivel de competitividad. P.No sé si es capcioso pensar que el presidente del BBV está más contento, lógicamente, con un Gobierno de la derecha que con los socialistas... R.Las comparaciones son muy difíciles de hacer, porque la ejecutoria de los gobiernos está también condicionada por las circunstancias. Por lo que respecta al Gobierno de Aznar, no sé cuánto habrán podido influir las circunstancias, pero la ejecutoria, desde el punto de vista económico, ha sido brillante; se ha dado un cambio sustancialísimo. Lo que es difícil es hacer una comparación, porque para eso habría que haberles puesto a gobernar en las mismas circunstancias a Aznar y a Felipe González. Y, como eso no se va a producir nunca, las comparaciones son odiosas. P.Desde la oposición se argumenta que el Gobierno está viviendo de una euforia económica que puede quebrarse en un futuro no muy lejano. ¿Usted cree que hay motivo de preocupación serio? R.No. Es verdad que, como siempre pasa en la economía, hay que estar controlando en todo momento, y que el Gobierno tendrá que ir tomando algunas medidas de tipo estructural. Pero yo creo que, tratando de controlar algunos crecimientos indebidos, como la construcción y el consumo, o los automóviles, la economía española se puede ver con un futuro totalmente optimista. P.Me pregunto si no le habrá parecido chocante, en su día, que haya sido un Gobierno de la derecha el que obligara a la banca a bajar los tipos de interés cuando lo hace el Banco de España ¡Por fin! R.Yo creo que los gobiernos tienen que actuar, decidir, y que hay momentos en que adoptan posiciones que no son las que están absolutamente en línea con los intereses de la banca, ya sea un Gobierno de derechas o de izquierdas. Por lo demás, todos coincidimos en que esa rebaja de los tipos de interés ha sido buena y positiva; nos ha costado hacerlo, porque no estábamos acostumbrados a trabajar con tipos de interés tan bajos, pero lo hemos asumido con dignidad.

EN BÚSQUEDA DE NUEVAS FUSIONES

P.Usted tiene fama de ser una persona templada, que prefiere jugar en el plazo largo, que no se desmoraliza en coyunturas adversas. ¿Cómo vive un banquero el fracaso de una fusión que "no sale", como aquella de Banesto en los años ochenta? R.Es verdad que aquella OPA, que intentaba ser amistosa, no se pudo llevar a cabo por una interpretación legal. Pero fue el primer movimiento de una fusionmanía que ahora está tan de moda. Además, aprendimos mucho de aquella situación; aprendimos a conocer a nuestros amigos y a nuestros enemigos. Y, si bien es verdad que no hemos sido el mayor banco, estamos siendo el que mejores resultados tiene, la entidad con más beneficios. En el futuro, nosotros haremos alianzas, haremos fusiones cuando realmente nos interese; nuestra estrategia pasa, sobre todo, por que el BBV se desarrolle y crezca. P.Hablando de Banesto, quisiera preguntarle cómo se siente un banquero profesional, como usted, cuando surge un problema tan espinoso como el de Mario Conde. ¿Usted cree que su actuación le ha hecho daño a la imagen de la banca? R.Hombre, como yo defiendo un sentido absolutamente profesional de la banca, creo que hay que evitar todos aquellos elementos que puedan suponer situaciones de desprestigio, o de actuación ajena a lo profesional. Yo creo que lo que pasó con Mario Conde no ha sido positivo. Pero también estoy seguro de que la gente distingue perfectamente, y sabe que lo que nosotros vendemos es confianza. Sabe que hay una ejecutoria, por parte de una serie de bancos, que merece su respeto porque su imagen responde a la realidad. P.Hablando de imagen y de confianza, ¿cómo ha visto usted la crisis por la que ha atravesado el PSOE desde la marcha de González? ¿Cree que la solución es Almunia? R.Yo creo que esa crisis, normal en cualquier organización cuando tiene que plantearse la sustitución de un líder, sólo es un ciclo dentro de la vida de un partido. Y creo que el PSOE tiene capacidad para recuperarse del bache; las últimas elecciones han demostrado que no es un partido perdedor, sino que tiene sus bases y su capacidad de actuación. Pese a la crisis que ha sufrido, yo creo que el PSOE es una enorme fuerza social, que demanda y exige una dirección clara y una estrategia precisa. En cuanto a Joaquín Almunia, pienso que es un personaje muy sólido, con capacidad más que suficiente para dotar al partido de esa dirección. P.¿A usted le preocuparía que los socialistas volvieran a gobernar? R.No. Creo que el sistema democrático está basado, precisamente, en la posibilidad, incluso en algunas ocasiones en la conveniencia, de que haya alternancia de poder. Por lo tanto, la posibilidad de esa alternancia no es mala, en absoluto. P.Quizás sí le resultaría inquietante que el PSOE se aliara con IU para gobernar... R. El hecho de que el PSOE e IU gobernasen juntos no me inquietaría. Pero sí me preocuparía si eso supusiera una radicalización de la política de ese Gobierno. P.Y hablando de situaciones inquietantes, ¿ha sufrido alguna presión por parte del Gobierno para trasladar la sede central del BBV de Bilbao a Madrid? R.Nunca hemos pensado en la posibilidad de ese traslado de la sede del BBV a Madrid, y tampoco hemos sido objeto de ninguna presión al respecto. Para mí sería tanto como decir que Bilbao, que es una ciudad española, no puede ser la sede de un gran banco español.

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