Protestas de la plantilla de Astilleros de Cádiz por la falta de pedidos
Trabajadores de Astilleros de Cádiz y de las firmas auxiliares de esta empresa pública endurecieron ayer sus protestas ante la falta de pedidos y de carga de trabajo, que puede dejar a muchos de ellos sin empleo a partir del lunes. Durante la segunda jornada de protesta de esta semana, unos 500 trabajadores cortaron una carretera con barricadas de fuego, destrozaron mobiliario urbano e incluso lanzaron tornillos y tuercas con tirachinas contra los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía.
La falta de cartera de pedidos se ha agudizado en Astilleros de Cádiz (dedicados a grandes transformaciones de buques y reparaciones) y va a alcanzar el peor nivel de contrataciones de los últimos años, en los que ha habido encargos excepcionales. La última gran obra, la P-47, una plataforma de prospección petrolífera que fue instalada en el casco de un barco (por la que se han facturado 30.000 millones de pesetas), se entrega definitivamente el lunes y se hará a la mar con la marea alta. Sólo quedará un barco para reparar, una obra menor. Desde hace ya algunos meses han comenzado a salir de la factoría gaditana cientos de trabajadores de la industria auxiliar, que ha empleado hasta 1.000 personas en los picos de producción más importantes de la P-47. Del resto, algunos se derivarán hacia la factoría de Puerto Real (que tiene garantizada la carga de trabajo a corto plazo) y otros se quedarán en paro. Ni Astilleros ni el comité de empresa precisan el número exacto de trabajadores que quedarán desempleados a partir de ahora.
El traspaso a la factoría de Puerto Real, también de Astilleros Españoles, SA (AESA), y la aplicación de un expediente de regulación de empleo que podría afectar a 216 de los 437 trabajadores de la plantilla, están pendiente de la negociación de la dirección con el comité de empresa de la factoría de Cádiz, lo que no se ha producido hasta ahora.
Las movilizaciones del miércoles pasado y de ayer sólo tienen por objeto "reclamar carga de trabajo para Astilleros de Cádiz", explicó Jesús Gargallo, presidente del comité de empresa, quien informó de que el jueves se entrevistó con el presidente del grupo, Marcelino Alonso, en Madrid.
"Se ha comprometido con nosotros a intensificar las acciones comerciales y a concretar algunas reparaciones que amortigüen la situación", dijo Gargallo. Éste solicitó comprensión hacia los trabajadores de las contratas, "que están saliendo a la calle porque muchos están ya a la última pregunta". Esto explicaría la contundencia de la protesta de ayer, en la que, además de quemar barricadas, los trabajadores tumbaron un semáforo y una valla publicitaria y la emprendieron con el mobiliario urbano. Gargallo subrayó que el lunes "la factoría de Cádiz va a estar prácticamente vacía", y recordó que los trabajadores ya venían avisando de lo que iba a ocurrir desde hacía tres meses.
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