Calma en Teherán mientras el régimen anuncia una ola de detenciones

Las fuerzas de seguridad iraníes han iniciado una oleada de detenciones entre los universitarios y los sectores de la oposición en Teherán. La ciudad aparecía ayer aletargada, como sumida en una tensa calma, preludio de la fiesta religiosa del viernes, a la que podría seguir un nuevo estallido de cólera el sábado, según reconocía en declaraciones a la prensa el propio ministro del Interior, Seryed Abdolwahed Musavi, un hombre fiel a los sectores liberales y reformistas."Han sido arrestados aquellos indeseables elementos causantes de los desórdenes, que han provocado lesiones al pueblo y daños en las propiedades públicas y privadas. Asimismo, han sido detenidos aquellos que habían conspirado para extender los desórdenes a otras ciudades", afirmaba el ministro en unas declaraciones a la agencia estatal Irna. Sin embargo, aseguraba que, al mismo tiempo, habían sido identificados y detenidos otros "indeseables elementos", supuestamente militantes ultraconservadores, que atacaron al inicio de la revuelta las manifestaciones pacíficas de los estudiantes.

Teherán estaba ayer en silencio. Las fuerzas de seguridad ocupaban el centro de la ciudad, mientras que en la universidad no se veía ni un alma.