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Tribuna
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Otro éxito del Gobierno

Confirmado: las fiestas, estupendas. Vamos, otro éxito del Gobierno. El portavoz del Gobierno navarro, Santiago Cervera, no necesitó esperar al Pobre de mí para proclamar en los telediarios de ayer al mediodía lo evidente: el éxito incontrovertible del Ejecutivo foral que han sido los sanfermines del 99. Aunque Cervera no es un entusiasta de las efusiones sanfermineras, sí lo es de todo lo que pita: telefonía móvil, Internet, Internet por teléfono móvil, satélites, fibra óptica... La prematura información sobre el incontrovertible éxito de su departamento, y por extensión del Gobierno, le habría llegado por ahí, que es por donde llega todo en su virtualidad. Probablemente, la alcaldesa Barcina, que es un poco menos virtual (aunque también quería controlar con un chip al oso del Roncal, que ha tenido la osadía de volver al ataque en fiestas), proclamará hoy la rotundidad del éxito, tanto propio como ajeno, de los sanfermines. Tras la oración y cierre del Pobre de mí, sólo queda una cosa por decir: ya falta menos para ese éxito restallante del Gobierno que serán las gloriosas fiestas del 2000. Por lo demás, se confirma que hay vida extraterrestre en la Tierra. Los cronistas deportivos, sin excepción, acaban de anunciar la presencia de otro alienígena galáctico en los mismos avistaderos donde Induráin (hoy otro mozo más de tantos como colaboran sin saberlo al éxito del Gobierno) pedaleara como un extraterrestre: Lance Armstrong, el armstrongnauta. Eso sin contar con que el disfraz oficial de estos sanfermines (globos cilíndricos, predominantemente verdes, en forma de antenas emergiendo de las cabezas) fue el de marciano. Eso por no hablar de la imagen ligeramente verdosa que los espejos de Pamplona devuelven hoy a quien tiene arrestos suficientes para mirarse en ellos. Eso sin mencionar a la oposición, que estará verde de envidia por tantos, tan continuados y tan insospechados éxitos del partido gobernante. Queda, pues, definitivamente confirmado: hay vida extraterrestre en la Tierra y el Gobierno foral no sólo tiene poderes, sino que incluso muestra facultades paranormales de anticipación.

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