El hombre tolerante
Griguol, sustituto de Clemente en el Betis, es uno de los personajes más queridos del fútbol argentino
Carlos Timoteo Griguol, Timo, de 63 años, es uno de los personajes más queridos y respetados por los jugadores y aficionados del fútbol argentino. En los 28 años de carrera como entrenador, desde que debutó en el Rosario Central, estuvo al frente, en Argentina, de sólo cuatro equipos de primera división (Rosario Central, Ferrocarril Oeste, River y Gimnasia y Esgrima de La Plata) con los que disputó 1.033 partidos, de los que ganó 418, empató 257 y perdió 358. De tantos años de trabajo se recuerdan sus gestos tolerantes, su buen humor, su forma de encajar las derrotas y el maltrato de la crítica, la inteligencia para administrar recursos siempre escasos y la energía con que enfrenta la tarea cotidiana. "El día que me levante si ganas y no se me ocurra ninguna idea innovadora, ese día me retiro, pero por ahora sigo tan entusiasmado como cuando era joven", dice El Viejo.
Griguol es un especialista en clubes modestos, donde colabora también con la cantera aunque no le corresponda por contrato. Hace dos temporadas aceptó llevar siempre una gorra porque la marca que publicitaba donaba dinero a las divisiones inferiores del club. Como entrenador, ganó tres títulos de Liga, uno con el Rosario Central en 1973 y los únicos dos en la historia del Ferrocarril Oeste, en 1982 y 1984, donde Héctor Cuper, el actual entrenador del Valencia, era el defensa central, y Mario Gómez, el nuevo entrenador del Mallorca, jugaba como marcador lateral sobre la derecha.
Milagros
Griguol no sólo descubría jugadores valiosos allí donde otros no rescataban nada, también estimulaba el aprendizaje de la táctica y la estrategia en aquellos futbolistas a los que veía condiciones. Uno de aquellos discípulos, Héctor Cuper, es el que ahora le recomendó para que finalmente tenga una oportunidad en una de las grandes ligas futbolísticas del mundo. Griguol sabe cómo hacer milagros. Al Gimnasia y Esgrima de La Plata lo llevó dos torneos seguidos hasta el segundo lugar en una campaña similar a la de Cuper con el Mallorca. No pide nada más de lo que se puede, y se arregla con lo que hay. Se preocupa por la cantera y convierte en figuras destacadas a jugadores que otros desdeñaban. Así sucedió en el Gimnasia con Guglienminpietro, que a los dos años fue traspasado al fútbol italiano y acaba de ganar la liga con el Milan.
Ex jugador del Atlanta y del Rosario Central en el puesto de centrocampista más retrasado, Griguol jugó 374 partidos y marcó 29 goles. Se retiró a los 33 años y debutó como entrenador del Rosario Central en 1971; trabajó también durante un breve período en el América de México y en el Kimberley de Mar del Plata. Tras ganar los dos títulos con el Ferrocarril Oeste, tuvo su oportunidad en un equipo de los grandes, el River. Y allí duró apenas una temporada. Su estilo, su forma de ser, su carácter, no soportaron la presión y el reclamo de éxitos inmediatos.
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