"Madrid sigue siendo una buena madre adoptiva"
María Dolores Avia nació en la pequeña localidad conquense de Zarza de Tajo hace 48 años. Es catedrática de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. En 1978 se doctoró con premio extraordinario, tras una estadía de investigación en la Universidad de Illinois, en Estados Unidos. Profesionalmente, siempre le han interesado la personalidad, la autorregulación y los procesos de ansiedad. En los últimos años, sus preferencias se han inclinado por las emociones positivas y las personas felices, que, en su opinión, han estado muy olvidadas. Precisamente, hacia esas personas optimistas e inteligentes, que envían vibraciones positivas hacia todo lo que les rodea, ha dirigido su tercer libro escrito con su colega Carmelo Vázquez. Optimismo inteligente acaba de reeditarse después de ser publicado hace apenas dos meses. Pregunta. ¿De qué salud psicológica disfrutan los madrileños?
Respuesta. Madrid es una ciudad alegre y acogedora que acepta a todo el mundo. Es bulliciosa, caótica y simpática, y eso refleja una buena salud de sus habitantes. Por cierto, no deja de ser curioso el que esa mayoría no haya nacido en Madrid. Madrid es buena madre adoptiva; no tiene obligación natural con sus hijos porque no son biológicos, pero los trata bien, y eso tiene mucho mérito.
P. ¿Cuál es la patología más común en una gran urbe?
R. Prefiero hablar de problemas, más que de patológías. En las grandes ciudades hay demasiada prisa, estrés y dificultades de comunicación. Pero en Madrid todavía hay mucha vida de barrio en ciertas zonas, y eso la hace grata.
P. ¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un psicoanalista?
R. Si echamos mano del humor, que es una de las claves para la salud mental, le diría algo que leí en alguna parte y venía a decir que la ciencia consiste en buscar un gato negro en una habitación a oscuras; la filosofía lo busca sabiendo que no hay gato, y el psicoanálisis, aun a sabiendas de que no hay gato, lo encuentra. Creo que el psicólogo está más cerca del científico. Fuera de bromas, el psicoanálisis es una escuela o corriente dentro de la psicología, que es un campo más amplio.
P. ¿Por qué eligió usted ser psicóloga?
R. Porque me interesan mucho las personas; me sorprende y fascina la gente. Por la calle voy mirando siempre hacia arriba, a las ventanas y los balcones: no sé como no me he roto ya la crisma. Me conmueve especialmente la vida cotidiana, lo que mueve a las personas, qué intereses tienen, cómo se lo montan; en definitiva, por qué son como son.
P. ¿Cómo se siente después de conseguir que en pocos meses su libro haya sido reeditado?
R. ¡Optimista! Me anima mucho saber que más de 9.000 personas puedan leer algo que nosotros hemos escrito.
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