"Las compañías discográficas son reticentes a lo nuevo, a lo árabe"
Suhaïl Serghini (Tetuán, 1961) es uno de los músicos que más empiezan a influir entre los creadores españoles. Tras la publicación de su primer disco en solitario, titulado simplemente Suhaïl, fue requerido para colaborar con Ketama, Amistades Peligrosas, Vicente Amigo, Remedios Amaya o Alberto Comesaña. Cantante, intérprete de laúd árabe, bazouki y darbuka, sus fusiones entre la música árabe, el rock y el flamenco son, sencillamente, sorprendentes. Ahora prepara un nuevo trabajo que puede ser una verdadera revolución en el panorama español, similar a lo que sucedió en Francia con Khaled. "Sin embargo", se queja, "las compañías españolas son muy reticentes a lo nuevo, a lo árabe". Pregunta. ¿Cómo le dio por tocar el laúd árabe? Respuesta. Bueno, yo empecé estudiando en el conservatorio de música de Tetuán, un conservatorio clásico. Comencé con la guitarra clásica. Luego me metí con la guitarra eléctrica para hacer cosas de reggae y punk. Cuando fui a estudiar a Granada, me dio nostalgia de lo árabe y me puse a estudiar instrumentos como el laúd o el bazouki. P. ¿Son instrumentos difíciles? R. Pueden serlo, por ejemplo, para un español. Yo, cuando empecé, era prácticamente un europeo, tenía una educación occidental. Pero las raíces árabes siempre están ahí y eso me ayudó bastante. P. ¿Tiene éxito la música árabe en España? R. No todo el que debería tener. Ahora está entrando muy despacio, lentamente. Supongo que irá calando cada vez más, como sucede en Francia con Khaled. Ahí está Hakim, cuya música es un poco pachanguera, pero que ha vendido ya 90.000 discos. El mío, que apenas tuvo promoción, vendió 12.000. P. Usted ha tocado con multitud de creadores españoles. ¿Qué conclusión ha sacado? R. He tocado, además, en muchos estilos, punk, reggae, música árabe. La conclusión es que debía empezar a componer personalmente yo mis propias cosas. Tocar con muchos artistas diferentes te enriquece y aprendes. Luego te surge la necesidad de tener tu brillo propio, tu toque personal. Salvando las distancias, si se escucha a Paco de Lucía tocando, se dice "ése es Paco de Lucía, es su estilo". Eso es lo que busco yo con mi música. P. ¿Tiene futuro la música árabe en el mercado europeo? R. Sí. En Francia, por ejemplo, está arrasando. No sé lo que pasa allí, pero todo lo que tocan los franceses, lo convierten en oro, incluso el flamenco. Allí se formaron los Gipsy Kings y están arrasando. En España las compañías son reticentes a lo nuevo, a lo árabe, no quieren arriesgar. Y en el éxito viene siempre cuando hay riesgo.
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